Preparó todo para trabajar en la sala. Los libros, los apuntes, la computadora. Soo-ah estaba con sus amiguitos y sus padres trabajando. Jimin sabía que estar a solas con un Kim en casa podía ser peligroso pero iba a tratar de mantener el encuentro lo más amistoso posible.
Quizás si lograba agradarle a Taehyung, su hermano Jungkook tendría piedad con él por haber arruinado la chaqueta. Sí, ese parecía un buen plan por el momento. Así que Jimin dejó los miedos de lado y preparó un montón de snacks y bebidas calientes para la tarde de estudio con su compañero. Quería que todo estuviera perfecto.
Sin embargo, Taehyung llegó a su casa como una hora más tarde de lo que habían acordado. Jimin por un momento había tenido la ilusión de que el castaño no se presentaría pero sí, lo hizo y ahora iba a tener que tratarlo como un rey.
— Siéntate, ponte cómodo — lo invitó a pasar. — Puedes tomar lo que quieras, pedir lo que quieras para comer.
— Gracias — respondió Taehyung observando la vivienda. — Perdón por la tardanza, tenía otras cosas importantes que hacer.
— Claro, sí…cosas…¿como qué? — pregunto nervioso sin pensar.
— Como cosas personales — respondió serio Taehyung. — ¿Te importa?
Jimin negó rápidamente con la cabeza. El otro río.
— Pero sí te que asustas fácil, niño. Relájate. No pasa nada. Estaba en casa de Binnie perdiendo el tiempo y me olvidé que tenía que venir aquí — confesó sin pudor alguno el joven. — Lo siento.
— No, no importa. Yo también estaba aquí perdiendo el tiempo. ¿Quieres tomar algo?
— ¿Tus padres no están, cierto?
— No, vendrán más tarde.
— Genial, ¿entonces tienes alcohol?
— Uh, pues…sí, debe haber cervezas que bebe mi papá en la heladera — pensó Jimin. No había esperado que el chico le pidiera alcohol. Qué tonto se sintitó, era obvio que iba a querer algo así. — Toma las que quieras — le ofreció sin problema alguno.
— Gracias, Mimi — Taehyung feliz se tomó el atrevimiento de ir hasta la heladera a buscar lo que quería.
— ¿Mimi? — preguntó confundido.
— Ah, es mi apodo para ti. ¿Te gusta? Creo que te va bien. Es tierno como tú — le sonrió.
— Ah, claro — rió Jimin. Que le llamara como quería, él no iba a poner objeción alguna.
Satisfecho con su cervecita en mano, Taehyung se sentó junto con el chico nuevo en la sala de su casa y empezaron a trabajar. Jimin descubrió que era cierto que el castaño no tenía idea de lo que había qué hacer o cómo llevar a cabo un proyecto en general siquiera pero sí le sorprendió que colaboraba bastante y le ponía voluntad a la tarea. Era extraño. Jimin todavía no podía terminar de descifrar a este joven.
En un momento de descanso decidió sacar tema de conversación para tratar de ser más lindo con él.
— Oye, Taehyung, yo, uh, quería agradecerte por haberme defendido de esos chicos malos en el baño el primer día de clases. Realmente fue muy lindo que me ayudaras sin conocerme — le habló tranquilo y seguro.
— Claro, cuando quieras, donde sea que estés en problema, me llamas y ahí estaré. Ya tienes mi número — respondió el chico.
— Uh, ¿en serio? — se asombró Jimin. — Pero…si apenas me conoces…
— ¿Y qué? No me gustan los abusivos y que la gente débil sufra — dijo Taehyung. — Perdón, no quiero decir que seas débil pero sí te ves demasiado frágil — explicó mejor luego.
ESTÁS LEYENDO
Almas Gemelas - Kookmin
Fiksi PenggemarTres niños separados en una tragedia. Un destino que los vuelve a reunir después de muchos años con vidas diferentes. Jungkook, Jimin y Taehyung tienen más en común de lo que creen y dependerá de ellos descubrir la verdad de su historia antes de qu...