Capitulo 11

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El paisaje del callejón no era nada significativo. Los vecinos del barrio fumaban cigarrillos y la basura tirada ilegalmente se amontonaba en desorden. A su alrededor, unas cuantas palomas se ocupaban tranquilamente de recoger los restos de comida.

La mirada de Doheon mientras lo miraba no era agradable. Parecía incómodo. Dado que no suele ser una persona que muestre emociones o estados de ánimo en el exterior, Cheong-yeon, que lo estaba observando, pensó que era un gran problema.

"Será mejor que consigas una casa lo antes posible".

"Estoy tratando. ¿Y sabes lo fácil que es encontrar una casa? Yo me encargo".

"No, quiero que te vayas mañana. Si se lo dices al secretario Shim...."

"Director."

"......."

Do-heon dejó de hablar ante la llamada de Cheong-yeon. Levantó las cejas como preguntando por qué.

"Me haré cargo de ello. Ya sea que tome un mes o un año, lo haré".

"¿Tienes la intención de pasar un año en esta ciudad?"

Doheon respondió con sensibilidad.

Eso es lo que significa, y no sé por qué me quedo explicando. Cheongyeon suspiró. Fue molesto y divertido explicárselo a Doheon.

"No creo que sea un asunto del director".

"Guarda esto por si acaso".

Eventualmente, Do-heon sacó su tarjeta de crédito y se la tendió a Cheong-yeon.

"No, no lo necesito. Si esto es por la abuela lo odio aun mas. No dije que esperaba algo, sólo que estaba preocupada por mi abuela, así que está bien. ¿Qué diablos te pasa?"

Cheongyeon lo miró con disgusto. nunca fue una persona que no pudiera entender las palabras.

Pero no podía entender por qué un ser humano que debería haber acabado con el asunto y desaparecer es tan persistente hoy. ¿Sientes pena por mí y quieres donar?

"Bueno, digamos que tengo una especie de hábito".

A pesar del rotundo rechazo, Do-heon puso la tarjeta en la mano de Cheong-yeon. Tan pronto como las yemas de sus dedos se tocaron, Chungyeon, sorprendido, echó su cuerpo hacia atrás involuntariamente. Pero en el auto, no había mucho espacio para escapar.

"Es bueno irse ahora".

Doheon salió primero del coche. Abrió la puerta y esperó a que Cheongyeon saliera.

Cuando Cheong-yeon salió del auto con su tarjeta en la mano, Do-heon inmediatamente cerró la puerta del asiento trasero y volvió al asiento del conductor.

"......."

Cheongyeon se quedó aturdido hasta que el auto arrancó. Unos segundos más tarde, las ventanas tintadas en negro bajaron, revelando a Do-heon sosteniendo el volante.

"Haz que tu cabello vuelva a ser negro".

Confundido, antes de que pudiera preguntarle de qué estaba hablando, pisó el acelerador y salió del callejón en un instante.

"... ¿De color negro?"

Mirando la parte trasera del auto bien hecho, Cheong-yeon proceso glas palabras que Do-heon dejó atrás.

"No es un idiota, ¿verdad? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué? ¿Volver a teñirme el pelo de negro?"

No puedo olvidar la expresión en el rostro de Doheon cuando levantó la barbilla y le dio una orden arrogante.

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