̶F̶i̶r̶s̶t̶ Wrong Love [KookTae]

•Parte 05•

El único sonido en ese momento era el de la lavadora, Taehyung, que se había mantenido con los brazos cruzados sobre su pecho, miraba hacia los lados del apartamento, en un intento por evitar posar los ojos en la persona frente a él.

Al cabo de unos minutos y contra todo pronóstico, alzó la vista hacia Jungkook, que sonreía frente a su celular, parecía realmente interesado en lo que sea que estuviera viendo en la pantalla. Taehyung hizo un movimiento de negación, mordiendo su lengua para no quejarse debido a su falta de educación, por supuesto.

—¿Quieres algo de beber? —preguntó Jungkook, finalmente dejando el celular sobre su regazo, dándole toda su atención.

—¿Y morirme? —Se quejó Taehyung obstinado.

—¿Qué?

—Posiblemente le pondrás veneno y moriré aquí —explicó seriamente dirigiendo su mirada al piso. Taehyung ya veía la escena desarrollarse en su mente: se sentiría débil y luego caería inconsciente en el piso.

—Definitivamente tienes demasiada imaginación. No eres escritor ¿o sí? —preguntó divertido.

—No —negó, con el entrecejo fruncido—. Solo no quiero morir joven.

Jungkook abrió la boca, confuso por el giro que había dado la conversación. Él solo quería ser hospitalario después del desastre de la cita.

—Pudiste simplemente decir que no —comentó—. Ahora piensas que soy un asesino serial y-.

Taehyung jadeó, abriendo los ojos horrorizado.

—Dios, ¡no lo soy! —Jungkook llevó una mano a su cabello, tomando una bocanada de aire—. Lamento mucho haber dañado tu mochila aquella vez, el mocoso Jungkook era muy tonto y no sabía expresarse correctamente —explicó, terminando con una pequeña sonrisa.

Taehyung parecía genuinamente sorprendido. Frunció sus labios en un gesto pensativo. Jungkook se lo quedó mirando embelesado, no había cambiado demasiado desde los días en el jardín.

—Está bien, te perdono —dijo con un puchero en los labios.

Jungkook sintió una especie de alivio en ese momento.

—¿Y qué hay de la vez que me empujaste a un hormiguero —expuso—, o la vez que rayaste mi camisa con un marcador permanente, o la vez que-.

Sus ojos se ampliaron, y su boca estaba medio abierta.

—No creo que haya rayado–. —Empezó a negar.

Taehyung entrecerró los ojos y apretó su mandíbula, provocando que Jungkook temblara y dejara de hablar. Pestañeó seguidamente, reorganizando sus pensamientos.

—Es decir. —Jungkook aclaró la garganta—, te debo una disculpa por todos esos malos momentos que te hice pasar.

No recordaba haber sido un niño tan mal portado. Es decir, sí, pudo haber hecho una que otra travesura, pero Taehyung lo recordaba como el mismísimo maligno, ¡Y no era así!, se reprochaba Jungkook. Era una lástima, porque él, en verdad, había estado interesado en tener esta cita con TaeTae.

—¿Todos? —Taehyung arqueó una ceja, cuestionándolo.

A qué se debía esto.

—Sí, todos esos momentos —espetó secamente.

—Está bien, te perdono —agregó Taehyung con un encogimiento de hombros—, pero ni creas que tendremos una segunda cita —apuntó con el dedo—. Tú no eras mi crush, en caso que no te hayas dado cuenta.

Jungkook se sintió herido por un momento, pero este molestia fue encapsulada por una risa a carcajadas. Taehyung lo miraba atónito.

—Quería mucho saber de ti, TaeTae, en serio. —Se sinceró luego de calmarse—, pero por lo que veo sigues siendo el mismo niñito caprichoso de siempre —repuso fastidiado—. Así que soy yo el que no quiere tener una segunda cita contigo, así me ruegues.