Olivia Miller

175 19 0
                                    




Muchas veces Olivia se tumba en la cama, cierra los ojos e imagina como sería su vida si hubiera tomado otras decisiones, si hubiera optado por adentrarse por distintos caminos. Se ve a sí misma con tan solo unos meses, sin entender qué es la vida, solo durmiendo, comiendo, riendo y llorando, sin tener ninguna preocupación por nada.

Después se vuelve a ver a sí misma, pero ahora con seis años. << Añoro cuando a esa edad empezaba primero de primaria, ahí aún no entendía el significado de la palabra "amigo", seguía sin tener ninguna preocupación por nada, tan solo por ser una chica aplicada y sacar buenas notas>>, pensó Olivia extrañando aquella etapa de su vida.

Vuelve a verse a si misma, pero ahora ya con doce años, acaba de empezar la ESO. Olivia solía imaginarse que la época de la adolescencia era la mejor, que era para disfrutarla lo mejor posible y bla bla bla... las típicas estupideces que solía decir todo el mundo, hasta que pasó por ella y se dio cuenta que ahí es donde empezaban todos los problemas y preocupaciones, eso no quita que todo lo que vaya a pasar sea malo, hay muchas cosas buenas en la adolescencia, como el primer amor, la primera quedada con amigos y sin padres etc... pero también hay muchas otras que no son tan buenas, pero ya hablaremos de eso más tarde.

Pasan las horas y sigue tumbada en la cama, reflexionando, pero ahora pensando en la palabra "madurez". Suelen decir que las personas comienzan a madurar cuando entran en la adolescencia, pero ella no cree que eso sea cierto. Olivia piensa que la madurez no comienza a una determinada edad, desde su punto de vista cree que comenzamos a madurar cuando llegamos a uno de los muchos obstáculos que nos pone nuestra vida, ya que la vida no es nada fácil para nadie, tarde o temprano pasamos por cosas que nos hacen cambiar nuestra personalidad o nuestra manera de ser o pensar.

Ya son las doce de la noche, está muy cansada, pero sigue dándole vueltas a su cabeza, haciéndose muchas preguntas, pero necesita despejarse, hoy ha sido un día muy largo, necesita descansar, así que decide ponerse los cascos y escuchar su grupo preferido, AC/DC. Aquel grupo había sido su salvación desde que era bien pequeña, era su manera de escaparse un rato de la realidad y poder centrarse solo en los distintos instrumentos que aparecen en las canciones de este grupo de rock tan sumamente conocido. 

Somos realesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora