Somos reales

Verónica

- Buenos días guapísima, siéntate - le saluda con una sonrisa de oreja a oreja.

Verónica era una mujer de unos treinta años, con cabello negro como el carbón y con una forma de vestir bastante peculiar ya que solía llevar pantalones anchos hippies  y camisetas súper coloridas, además de que siempre llevaba hecho un moño bastante desordenado y hecho con un lápiz en vez de con una goma de pelo.

- Hola... - contesta tímidamente Olivia mientras se acomodaba en el sofá.

- Bueno, cuéntame, ¿Cómo estás? - le pregunta Verónica como de costumbre.

- Emm... bien, como siempre - responde Olivia con los ojos llenos de lágrimas.

- Si, ya sé que tú siempre estás "bien", pero ahora sé sincera y deja de engañarte a ti misma - le pide Verónica.

Olivia no responde, tiene la vista clavada en el suelo.

Verónica es la psicóloga de Olivia, lleva más de 5 años acompañándola.

- He discutido con Mike... - dice Olivia casi susurrando sin poder alzar la mirada del suelo.

- Le he bloqueado - consigue decir alto y claro, se le notaba en la mirada, estaba furiosa.

- ¿Desde dónde y para qué lo has hecho? - le pregunta Verónica con una sonrisa cómplice.

Olivia le devuelve la sonrisa, no es la primera vez que le hace esa pregunta. Sabe que no tiene que responder, simplemente reflexionar sobre ello y en la próxima sesión intentar llegar a una conclusión.

- Mike está saliendo con Stella - en cuanto Olivia la nombra, Verónica cambia al instante su expresión.

- Uno no puede dejar de querer a alguien por el simple hecho de que haya tenido una mala relación con su amiga - intenta Vero hacerle entender.

- ¡Pero sabe de sobra lo que me hizo! - responde Olivia poniéndose de pie de un salto.

En cuanto se ha levantado, se ha dirigido directamente a la puerta sin decirle nada más a su psicóloga y se ha ido. Sabe que lo que acaba de hacer no está bien, pero también sabe que si seguía un poco más allí su ira terminaría apoderándose de ella completamente y sería mucho peor.