- Papá, ya estoy en casa - dice Mike casi susurrando.
En ese momento el hombre que estaba en el sofá se limpió corriendo las lágrimas y aclaró su voz unos segundos antes de poder responder a su hijo.
- Hola Mike, que pronto has vuelto, ¿no? - preguntó su padre un poco extrañado.
- Sí, bueno, es que hemos comido un poco rápido... - respondió Mike mientras subía por las escaleras a toda prisa desando que su padre no siguiera con las preguntas.
Cuando subió entró a su cuarto, cerró la puerta y lo primero que hizo fue tumbarse en la cama y encender la pantalla de su IPhone con la esperanza de recibir algún que otro mensaje de su mejor amiga, pero como no vio ninguno decidió meterse en su chat para escribirle e intentar solucionar las cosas con ella.
𝘖𝘭𝘪𝘪𝘪𝘪𝘪𝘪 𝘮𝘦𝘫𝘢𝘢𝘢𝘢 :) 𝘵𝘦 𝘢𝘤𝘢𝘣𝘢 𝘥𝘦 𝘣𝘭𝘰𝘲𝘶𝘦𝘢𝘳
Cuando le apareció ese mensaje en la pantalla del móvil le empezaron a caer una lágrima detrás de otra, no se lo podía creer, eso no podía estar pasando.
Después de un largo rato llorando, Mike se quedó dormido.
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Somos reales
Teen FictionLa vida no es un problema que tiene que ser resuelto, sino una realidad que debe ser experimentada. En esta historia nos intentaremos poner en la piel de nuestra protagonista principal Olivia Miller (una veinteañera que vive en Santa Mónica, Los Áng...
