Capitulo Ocho

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MAXINE BINNOTO

—¡Arriba! ¡Maxie! —a lo lejano escuchó la voz de mi padre acercarse.

La puerta de mi habitación es abierta abruptamente cuando el entra.

—¡Maxine! ¡Se nos hará tarde! —papá grita de forma que llamará mi atención.

Me remuevo sobre la cama y con pesadez cubro mi rostro con la manta.

—Mhm, deja de molestar. —murmuró aún bajo las mantas.

La manta que me cubría fue arrebatada de mi cuerpo con tal velocidad. Papá se había deshecho de ella al jalarla.

—¡Vamos! ¡Es el día de clasificación! —una vez más me alienta a pararme de la cama. Una mirada fugaz de pocos amigos es lo que recibe por parte mía antes de girarme sobre la cama y darle la espalda. —Maxine. —me llamo ya sin mucha paciencia.

—No iré papá, no me siento bien. —optó por mentir con la esperanza de que él no rogara más y saliera de mi habitación.

—¿Que ocurre, Maxie? —de pronto su tono de voz se tornó en uno preocupante. Siento el colchón hundirse a un lado mío cuando papá se acerca hacia mi, una de sus manos acariciando con delicadeza mi melena. —¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo? —preguntó un tanto alarmado, como cualquier padre preocupado.

—Estoy bien, sólo que agotada. —admito. —Solo necesito descansar. —le digo y tras unos segundos me giro hacia él. Sus ojos curiosos buscando un signo alarmante en mi, al no encontrarlo me sonrió comprensivamente y asintió.

—De acuerdo, te dejaré. —cedió. —Llámame si necesitas algo, Maxie. —como último me dice mientras que veo como se incorporaba de vuelta. —Descansa. —sonrió cuando un beso en mi coronilla él deja.

Tras unos minutos papá salió de la habitación dejándome solo allí.

De pronto me sentía culpable por haberle mentido en su mayoría, puesto que él no encontrarme bien había sido solo un pretexto para que él me dejara aquí y no me obligara a acompañarlo al paddock por más que quisiera.

La noche anterior no había logrado dormir por completo como a mí me hubiera gustado. Si no, que en cambio, permanecí despierta durante horas sobre pensando y recordando lo que había pasado con Charles la noche anterior y lo que comenzaba a negarme a sentir. Me cuestionaba aún si en verdad eso era real, si yo en verdad sentía algo por él o él sentía algo por mi.

—¡No! —me quejo en solitario en la habitación, con pesadez froto mis manos en mi rostro.

¿Porque simplemente podía evitar trastornarme con sobre pensar las cosas? ¿Porque había aceptado salir con él todas aquellas veces? ¿Pero en verdad como me negaría a pesar de todos los detalles que Charles tenía sobre mi? ¡Maldita sea en el momento en que me había comenzado a cuestionar sobre él! ¿Pero que pensaba? Papá me mataría si lo confesara, si se lo confesase. También mucha experiencia a relucir con hombres no tenia, porque así lo era, si papá no se dedicaba a espantarlos estos amoríos terminaban en desamores.

Pero con Charles podría ser diferente.

Ese pensamiento ronda por mi cabeza, y tan rápido apareció que tan rápido me obligó a olvidarme de esa idea.

Niego mi cabeza repentinas veces y en un intento de dar por olvidada toda esta situación, salgo de la cama. Un buen desayuno mejoraría mi día.

Aprovecho el encontrarme sola como para ordenar room service a habitación, este no se demoró demasiado en llegar y con mi desayuno una vez frente a mi, enciendo la televisión.

—Mierda. —maldigo, porque en el momento que enciendo la pantalla el rostro de Charles en plano grande aparece.

Le estaban entrevistando. Me contengo por no cambiar de canal y esta vez decido mirar la entrevista, para mi suerte Charles jamás se enteraría de que ahora lo miraba como una completa acosadora.

Terminó por desayunar frente al televisor al ver la clasificación entera, hasta ahora llevando buenos resultados por la Scuderia de Ferrari.

—¡Si! —gritó y brincoteo sobre el sillón al haberme incorporado de la emoción.

En la pantalla el rostro de Charles se miraba feliz al haber logrado clasificar en tercer puesto, el sonido de los festejos eufóricos del equipo y fanáticos lograba escucharse con claridad.

De nuevo en la pantalla su rostro fue enfocado una vez el bajara del monoplaza y corriera hacia con el team completo. Sonrió como una loca al ver la escena del abrazo eufórico entre mi padre y Charles.

Durante el resto del tiempo sigo de cerca la transmisión allí, las largas ruedas de prensa hasta el tiempo de descanso de los pilotos.

Estoy tendida en el sofá de la sala cuando mi teléfono recibí una notificación de mensaje. Inmediato lo dejo pasar creyendo que sólo se trataría de mi padre preguntando como me encontraba, puesto que durante todo el día llevaba haciéndolo así. Me sorprendo al leer el nombre de Charles como notificación en mensajes.

Tardo un par de segundos en abrir el mensaje de texto.

Charles:
Esperaba verte hoy, Maxine.

Sonrió al leer el texto, imaginando como es que él estaría con su teléfono en manos esperando mi respuesta. Me demoro un tiempo en responder, no deseaba hacerle parecer a él que estuviera al pendiente de su texto e de él.

¿Tanta falta hice? No creo que en el paddock me hayan extrañado.

Optó por responder. La ansiedad aumenta en mi cuerpo cuando veo como es que en la pantalla se mostraba que él de nuevo escribía.

Charles:
A mi me has hecho falta.

Un chillido de emoción escapa de mis labios sin manera de poder contenerlo. De pronto con sólo ese texto una gran sonrisa se formaba en mi rostro.

Aww, yo sólo extraño a Carlos.

Texteo de vuelta intentando padecer lo más relajada posible y bromista de mi parte, haciéndole padecer a Charles que su recién texto lo había tomado por desapercibido.

Su respuesta fue instantánea.

Charles:
¿Me debo de deshacer de mi compañero para que tenga oportunidad?

Rio abiertamente.

Sueñas, sólo digo que tengo mis preferencias por Carletes.

Texteo de vuelta.

Charles:
Rompes mi corazón, Maxine.

Sonrió sin poder evitarlo a la pantalla de mi teléfono.

Que pena :(

Texteo como último, apagando mi teléfono antes de poder leer la respuesta de Charles.

Un suspiro agotador abandona mis labios, estaba agotada pero no específicamente de no haber dormido la noche anterior, si no, de obligarme a mi misma de negar que yo sentía algo por el nuevo corredor de la Scuderia de mi padre. Porque si lo había, sentía algo por Charles.

autora wordsEse abrazo de Binntto y Charles en la vida real

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autora words
Ese abrazo de Binntto y Charles en la vida real.. no, no

pd: adoro a Carlos, bye

Corriendo Contigo vol. 1 【 charles leclerc 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora