Kaito llevaba tres días viviendo con Akio y Komamura y hasta ese momento la vida para los tres transcurría con tranquilidad; para evitar que el pequeño se relacionara con el asunto del hollow, la pareja había decidido de momento no formar parte de las misiones de búsqueda junto a la división siete; y se concentraban en observar a Kaito y que no manifestará de momento ningún síntoma raro debido a la anomalía mencionada, para ello recibía en la cuarta división una inyección enviada por la división doce, aunque ninguno sabía de qué se componía aquella solución, esperaban que con ello Kaito pronto pudiera llevar una vida normal. Además, cómo el pequeño acompañaba a Akio y a Komamura cuando salían de su hogar, para que éste no se sintiera mal por usar su vieja y desgastada ropa de ryoka, Komamura le había conseguido ropa de shinigami.
Y pese a que todo parecía tranquilidad en aquellos días, estaba un detalle que Kaito no había comentado con nadie, y era que cuando dormía, a veces soñaba que caminaba por un túnel oscuro, dentro del cual escuchaba una voz que le pedía ayuda. Pero con las inyecciones que recibía, aquello era algo que se le pasaba tan rápido como se manifestaba.
—¿Le deberé comentar eso al señor Komamura, o al señor Akio? —Se preguntaba casi siempre al despertar...
Aquel día, Komamura estaba con Kaito y Gorou, caminando por el Ryukongai; esto mientras Akio acudía con la división siete a una misión. Pero también, el hombre lobo había decidido aprovechar ir de compras para la comida del día.
—¿Qué te gustaría comer el día de hoy? —Le preguntaba Komamura a Kaito.
—No lo sé, cualquier cosa estaría bien —Kaito miraba todo distraídamente.
Komamura lo miró fijamente, un poco preocupado.
—¿Qué te pasa...? ¿Está todo bien?
—Si... Es sólo que... Anoche no dormí muy bien. —Fue la excusa de Kaito.
Komamura miró a Kaito detectando como si no tuviera ganas de hacer nada, aunque no estaba seguro si debía forzar alguna respuesta de parte de su acompañante, al final decidió respetar el silencio del ambiente. Cuando llegaron a la casa, Kaito se sentó en la salida del jardín y se entretuvo rascando el lomo de Gorou, quien se recostó a su lado; se pudo a meditar en su sueño, finalmente se acercó al shinigami quien estaba en la cocina.
—Señor Komamura, ¿Puedo hablar con usted? —Kaito parecía nervioso.
—Claro que sí, pero, antes que nada, te pido que me llames Sajin, o Komamura a secas, lo de señor es muy formal.
—Está bien, Se... perdón, Sajin —dijo Kaito rápidamente—. Verá, en estos días aquí, tanto usted como Akio me recibieron bien y me tratan amablemente; pero quisiera saber, ¿Cree que haya algún shinigami o capitán que me pueda ayudar en la búsqueda de mis padres...? Si están aquí en la Sociedad de Almas, me gustaría encontrarlos...
Komamura suspiró y guardó silencio, recordando las palabras de Akio; era verdad que había que pensar que el pequeño aún tenía familia biológica, aunque en esos días él ya se había encariñado con Kaito, por lo que pensar en separarse de él le dolería.
—Es posible que podamos buscar a tus padres biológicos —comenzó a responder Komamura—. Pero para ello necesitaríamos conocer algún rastro de ellos, pero por el tiempo que dijiste que paso desde que llegaste aquí, y considerando que el Ryukongai es muy grande, encontrarlos es una tarea muy difícil.
—Entonces... ¿Puede que nunca vuelva a verlos?
—No es imposible, pero si conociéramos algo que nos guie a tus padres... Aunque, puede que haya alguien que nos pueda ayudar, pero no es nada seguro tampoco... Aún así, trataré de hacer lo que pueda.
ESTÁS LEYENDO
El shinigami y el humano 2 (EDITADO)
FanfictionContinuación del Fic "El shinigami y el humano" Sajin Komamura y su pareja, tras 7 años de relación en el mundo material, deciden pasar una temporada en la Sociedad de Almas, pues el joven Akio está a punto de conseguir liberar su Bankai. Sin embarg...