El shinigami y el humano 2 (EDITADO)

Capítulo 6: Una opinión diferente

La pareja y el pequeño llegaban a la casa ya entrada la tarde y después de haber estado paseando por el Gotei 13. Pues Kaito no había querido esperar mucho para probar el dispositivo que Akon les había prestado. Lamentablemente, la zona en la que habían decidido buscar a los padres biológicos de Kaito no arrojó ningún resultado favorable, por lo que un poco decepcionados y agotados habían decidido dejar la búsqueda para después.

Al llegar a la entrada, el grupo fue interceptado por Tetsuzaemon, por su precipitación al hablar, se notaba que había ocurrido algo interesante.

—Capitán Komamura, necesito que venga conmigo cuanto antes. —El shinigami miró discretamente a Kaito antes de añadir—. Es sobre la misión del otro día. Al parecer encontramos una pista fundamental.

Komamura rápidamente captó sobre lo que hablaba su amigo y partió enseguida. Akio también había captado sobre que hablaba Tetsuzaemon, por lo que entró con Kaito y Gorou a la casa.

—No creo que Sajin pueda llegar a cenar, así que, ¿Te gustaría comer algo antes de ir a la división cuatro? —Akio trató de mantener un perfil normal ante el niño.

—¿Es necesario ir de nuevo? ¿Por qué tengo que inyectarme todo los días? —Kaito miraba con suplica, Akio pudo notar en su mirada que sospechaba que algo no estaba bien.

—Si es necesario, pero tranquilo, es algo para tu bienestar —repuso Akio con una sonrisa—. Ven, comamos algo y si quieres después te explico por qué necesitas la inyección.

Akio al ver al niño preguntarle sobre la medicación que recibía, había decidido que era mejor que éste supiera a que se enfrentaba, pues no podía mentirle en algo tan importante. Más ahora que estaban buscando a los padres del pequeño.

Comieron un trozo de tonkatsu con arroz y sopa de alga. Gorou devoraba con rapidez el contenido de su plato para después suplicar por un trozo extra a los demás.

Al finalizar, el pequeño esperaba a Akio en la entrada, con un semblante que denotaba que estaba preocupado.

—Kaito —Akio decidió que era el momento de sincerarse—. La razón del porque vamos a la división cuatro es porque lo que te inyecten, es porque el día que te encontramos, presentaste una anomalía en tu reiatsu que pudo ser causada por los hollows que atacaron tu aldea. —El pequeño detuvo sus paso, mirando con sorpresa e incredulidad a Akio. Éste continuo—. Así que para evitar que algo malo se presente o salgas herido, es necesario vacunarte.

—¡¿Soy peligroso?! —Kaito parecía asustado.

—¡No! ¡Por supuesto que no! —Akio se apresuró a calmar al pequeño—. Tu no eres alguien peligroso. Confía en mí, te lo prometo.

Kaito no quedó del todo convencido con la respuesta, pero una parte de él al mismo tiempo agradecía la sinceridad de su cuidador. Pues una vez que estuvieron en la división cuatro, él se enfrentó a la vacuna sin tanto temor como en los días pasados.

Al estar de nuevo en la casa, el pequeño estuvo a solas en su habitación, mientras que Akio se encargaba de practicar sus técnicas de pelea en el jardín. Aunque al mismo tiempo pensaba en como lo revelado a Kaito le afectaba al pequeño.

En cuanto decidió ir a la habitación del niño, se sorprendió al verlo practicar movimientos shinigamis como si peleara con una katana. Akio presenció que algunos movimientos que Kaito realizaba eran como los que él mismo había entrenado con Sajin en algunas ocasiones, aunque usaba un palo de madera en lugar de una espada de verdad.

—¿Te gustaría aprender a usar la katana? —Akio entró a la habitación de Kaito.

Éste no se había percatado de Akio, por lo que se asustó cuando éste le habló de repente, dejando caer el palo con el que practicaba. Kaito se sonrojó muchísimo.