Capítulo 17

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Troy estaba devastada cuando le comenté a quien nos había guiado el hechizo todos estos meses. En un principio pensé que explotaría contra mí, pero lo hizo contra nuestro padre.

– ¡Dijiste que funcionaría!– exclamó frente a las llamas–. ¡Que esta era la única forma de encontrarla! ¡Ahora no tengo nada!

Padre y madre estaban muy serios, sin duda no se esperaban nada de esto, pero madre fue la primera en caer en cuenta de un importante detalle.

– Es un hechizo de sangre– nos recordó.

– ¿Y?– espetó Troy con rabia.

Estaba usando un tono bastante irrespetuoso, pero nuestros padres decidieron pasarlo por alto.

– La sangre encuentra a quien la sangre llama– repitió–. Daryana y tú son la misma sangre, es posible que el hechizo haya tomado su intención en lugar de la tuya por error.

– ¡Yo no quería encontrar a Aegon!– exclamé mirando a Troy que ya abría la boca para gritarme–. Al menos no tanto como tú quieres encontrar a esa mujer...

– Pero querías verlo– apuntó con voz gélida.

– ¡No esperaba hacerlo, Troy!– me defendí–. Es un mundo inmenso, ¿cómo iba a saber que le seguíamos el restro justamente a él?

– ¡Debiste saberlo, tú lo ayudaste a escapar en Poniente!

– ¡Nunca supe a dónde fue, no sabía si había ido al norte o al sur! ¡Hace dos noches ni siquiera sabía si estaba vivo!

– Esto no es su culpa, hija– intervino madre con voz tranquila.

– Sí lo es.

Me llevé la mano al puente de la nariz y cerré los ojos.

– Ahora Daryan tiene a su amante y yo no tengo nada... a nadie– murmuró con tristeza.

– Lo siento.

Sabía que no era mi culpa, pero sentía que le debía esa disculpa.

– Me quiero ir a casa– se giró a por sus cosas–. Ya.

Quería replicar, no quería irme todavía. Deseaba quedarme unos días más con Aegon y conocer más de Volantis a su lado.

– Me parece bien. Las estaremos esperando a ambas– padre me dio una mirada significativa y yo me mordí la lengua.

– Quisiera despedirme de Aegon.

Troy empezó a empacar.

– Si no estás en el puerto en dos horas te dejo.

Eso era más de lo que esperaba.

No perdí el tiempo y salí corriendo en busca de Aegon.

– Troy se quiere ir– fue lo primero que dije cuando se abrió la puerta.

Aegon, usando únicamente un pantalón largo, me devolvió la mirada con el ceño fruncido.

– ¿Hoy?– yo asentí–. Pero si llegaron ayer.

– ¡Ya sé, pero está muy molesta porque no encontró a quien quería!

– ¿Y debes irte con ella? Porque puedes quedarte aquí cuanto desees y cuando decidas regresar yo te consigo un barco que te deje en tu hogar o cerca de él.

– No puedo, ya me lo advirtieron– lo miré con lástima y él me envolvió con sus brazos antes de apoyar la barbilla sobre mi cabeza.

– No importa– susurró, más tranquilo de lo que esperaría–. Si un día decides volver ya sabrás donde encontrarme. Yo siempre voy a estar aquí para ti.

Blacksun | House Of The Dragon (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora