Capítulo 14: Pociones y encantamientos

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—¡Todavía no puedo creer que mi papá ahora es nuestro profesor!—Exclamó Albus mientras caminaba por los pasillos de la escuela, siendo seguido por Scorpius.

—Yo creo que es muy genial,—Confesó el rubio,—El señor Potter es un mago muy poderoso.—Le hacía mucha ilusión que Harry fuese su profesor, tanto como le ilusionaba que su padre también le diese clases.

Albus suspiró, acomodando un poco su túnica. Tiempo después, sintió como alguien lo tomaba del brazo y se giró sorprendido por el tacto. Se topó con una cabellera pelirroja un poco desordenada recogida en una media cola y ojos azules.

—Hola Albus,—Saludó su prima, Rose. Dejó de mirarlo por unos segundos, para luego mirar a su mejor amigo—Hola Scorpius.—Y observó cómo la mejillas del rubio se sonrojaban.

—H-hola..—Respondió este, tartamudeando un poco. Albus lo miró casi queriendo decile "¿Es enserio?" Este se aclaró la garganta.—Hola Rose.—Dijo con más seguridad de sí mismo.

Tras aquello, los tres siguieron hablando mientras se dirigían a paso lento hasta la clase que les correspondía. Hablaban sobre la sorpresa de la noche anterior, y lo emocionados que estaban de poder visitar Hogsmeade ese año escolar. Rose les comentó que había elegido adivinación y cuidado de las criaturas mágicas como materias optativas, y cuando se enteró de que ambos chicos también lo habían elegido, sonrió levemente.

Bajaron hasta las mazmorras, dónde se impartían las clases de pociones, habían varios estudiantes de Slytherin y Gryffindor de tercer año entrando al aula de clases, hablando de forma ruidosa. Y los que aún no entraban, se mantenían en el corredor, hablando en grupos.

—Escuché que es intimidante, pero no es de extrañar, fue un mortífago—Escuchó como decía un chico de Gryffindor, a quién identificó como Oliver Davies.—También escuché que es el papá del rarito de Slytherin, ya saben tíos, el hijo de Voldemort.—Sus amigos se rieron junto a él.

Albus frunció el entrecejo al escuchar aquello, y apretó su puño molesto. Y cuándo se dirigía hacía aquel grupo dispuesto a defender a su amigo, Scorpius lo detuvo, sosteniéndolo del brazo.

—No hagas una escena Albus, por favor.—Le pidió, con ojos tristes.—No nos metamos en problemas el primer día.

—¿Pero no escuchaste lo que dijo, Scorpius?—Interrumpió Rose, molesta.—Él siempre ha sido un cabrón con ustedes desde el primer año.

—Sí, pero la violencia no es la respuesta chicos.—La voz del rubio era temblorosa.—Sí sólo lo ignoramos, tal vez dejé el tema.

—Entonces ese tonto y su grupo nunca espabilarán Scorp.—Dijo Rose, suspirando pesadamente. A veces el rubio era muy terco y no aceptaba la ayuda de nadie.

—Lo que le falta es un golpe en la cara para acomodarle esa nariz chueca que tiene.—Dijo Albus, serio.

Rose y Scorpius no pudieron evitar reír por lo bajo ante el comentario del contrario, pues era verdad que su nariz estaba torcida y voluminosa. Eso ayudó de alguna manera a aliviar el ambiente un poco.

—Entremos, ya está por empezar la clase.—Habló Rose.

Antes de entrar, Oliver Davies miró al trío, sacándoles la lengua de forma burlesca, mientras sus amigos hacían muecas, imitando el llanto de una persona, burlándose de Scorpius.

Rose se despidió de ellos un poco apenada y molesta, sentándose junto a una compañera de clase de Gryffindor, y los dos mejores amigos se sentaron juntos. Una vez que los estudiantes entraron al aula, la puerta fue cerrada detrás del último Gryffindor en entrar.

Affection [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora