XIX: El dia de extrañar

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Harry alza sus maletas, sacándolas del maletero del auto.

Avanza hacia la estación de tren junto a su madre y Louis, ambos se ven tristes, como si fuera a irse para no regresar.

Después de comprar los boletos se gira hacia Louis y su mamá, sonriendo al ver la tierna imagen de ambos abrazados a punto de romper a llorar.

—Solo estaré una semana allí, tranquilos.

Ambos asienten y se acercan a darle un abrazo. Besa la mejilla de su madre de forma tierna, y observando a todas partes para comprobar que están solos, deja un casto beso en los labios de Louis, a la misma vez que aprieta su cintura y lo atrae hacia el, volviéndolo loco como cada vez.

Finalmente se despide y sube al tren, volando un beso desde la ventana cuando comienza a avanzar.

Después de un viaje en el cual llora disimuladamente, mirando el paisaje por la ventana, llega a su destino.

Baja del tren agradeciéndole amablemente al conductor y pasea por la ciudad con su maleta y la fotografía que el y Louis se tomaron a los primeros días de conocerse en la mano hasta llegar a la casa de sus abuelos.

Limpia un poco sus lagrimas, deja un beso en la foto y la guarda en el bolsillo izquierdo de su camisa, Justo pegada a su corazón, toca a la puerta, sonriendo cuando su abuela abre la puerta y lo abraza fuertemente, Segundos después, el olor de la repostería típica de la anciana inunda sus fosas nasales, de repente se da cuenta de cuánta hambre tiene.

—¿Tienes hambre mi niño? Justo horneé estas galletas.

Harry asiente y charla un rato con su abuela.

—¿Y el abuelo?

—Está jugando a las cartas con sus amigos, pasa más tiempo allí que en casa, pero supongo que es bueno porque el lo disfruta.

—¿Y tu?

—¿Que?

—¿Tu disfrutas Que esté fuera de casa?

—Claro que no Hazzie. A mi me gustaría que pasara más tiempo en casa, pero tampoco puedo hacer nada... pero bueno, cuéntame, que tal con ese chico hmm... ¿Luis?

—Louis, Abuela— corrige Harry riendo.

—Eso, ¿como vas con ese chico?

—Bien, aunque supongo que el también está afectado por todo lo que está pasando. Todos lo estamos.

—¿Te ha afectado mucho lo de tu padre?

—No lo sé, supongo. Siento como si un peso se me hubiera quitado de encima, pero a la vez lo extraño, es raro no tener guardias merodeando por la casa, igual que es extraño no tener a Doris siempre animándome...

—¿Doris ya no trabaja con vosotros?

—Oh, si lo hace, solo está tomando unos días de vacaciones, ella es de la familia.

—Bueno, no diré que me alegro por lo de tu padre porque no se le desea la muerte a nadie, pero es un alivio que ya no esté atosigándote.

—Lo es— dice Harry con una leve sonrisa.

—Deberías llamar a tu casa, ya sabes, hablar con tu madre... y con Louis— Canturrea la anciana mientras levanta los platos de la mesa, el rizado la detiene y recoge el los platos, llevándolos a la cocina. Después de esto llama a su casa.

—¿Diga?— pregunta si madre al otro lado de la línea.

—Hola Mamá.

—¡Hazzie! Pensé que nunca llamarías— unos Segundos de silencio— ¡Lou, Harry llamó!— fuera de la línea— ¿Quieres hablar con Louis cariño?— dirigiéndose finalmente a su hijo.

Todo por ti [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora