Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue a un hombre joven de ojos rojos. Ese hombre lo miró de arriba a abajo, evaluando su apariencia con desprecio.
—Soy tu invocador, Muzan Kibutsuji.
El shikigami* de aspecto humano hizo una reverencia a su amo, listo para cumplir cualquier orden dada.
—Estoy a su servicio.
Su amo se dirigió a un estante, sacando un libro rojo de aspecto viejo y desgastado, de entre las páginas, sacó un mechón de cabello.
—Tu primera orden es vigilar a Kagaya Ubuyashiki. Infórmame sobre cada movimiento, eso incluye a sus subordinados.
El shikigami observó el mechón del hombre, memorizando su aroma y concentrándose para poder percibir la presencia de aquel hombre, al encontrarla dio una última reverencia a su amo, desapareciendo al instante.
———————
Le tomó aproximadamente dos días llegar a la propiedad de su objetivo. Una finca escondida y muy hermosa.
La tranquilidad se percibía a su paso, donde un sendero de piedra lo llevó directamente a la entrada, había algunos humanos de vestimenta negra revoloteando por toda la casa, parecían ocupados. Sin prestar atención se concentró en la presencia de su objetivo, dirigiéndose al jardín de la vivienda, ahí atravesó la puerta shoji, encontrando la presencia de su objetivo y a algunas personas más.
Reconoció al instante a su objetivo como otro Onmyōji*, tan joven como su amo, pero cansado y enfermo. El hombre había visto días mejores.
—Oyakata-sama —la voz firme de un joven de cabellera blanquecina tomó protagonismo -lo escoltaremos a primera hora mañana.
—Gracias, Sanemi. Confío en ustedes.
Los tres individuos se inclinaron en señal de respeto, pronto una mujer entró, ayudando a su objetivo a salir.
—No lleguen tarde —gruñó el mismo hombre de cabello blanco. Los dos restantes asintieron en confirmación.
Jóvenes guerreros, pudo reconocer por su vestimenta, armas y porte firme, sin embargo, entre esos tres jóvenes guerreros, su atención cayó especialmente en el de cabello negro alborotado y ojos azules.
Un humano hermoso, pero no su objetivo.
Ignorando a los tres guerreros, se concentró en la presencia de su objetivo nuevamente.
Al encontrarlo completamente solo sentado en el tatami de espaldas a la entrada, no dudo en acercarse, parecía estar ocupado, pero tan pronto como estuvo a su lado, el objetivo guardó lo que sea que estuviera haciendo en el bolsillo.
Extraño.
———————
—Tenga cuidado, Oyakata-sama
El guerrero de ojos azules y un niño de una extraña cicatriz en la frente acompañaban en el carruaje a su objetivo, mientras que el de cabello blanco, junto a dos guerreros más se unieron, guiando y protegiendo al carruaje desde fuera.
—Giyuu, Tanjiro, por favor, manténgase preparados para cualquier contratiempo.
—Sí, Oyakata-sama —respondieron al mismo tiempo.
La atmósfera se tornó pesada después de esas palabras, el Shikigami se mantuvo alerta, ningún humano (además de su amo) podía verlo, pero la sensación de alerta seguía ahí, tan vivida.
Hasta que todo se descontroló, cuando su objetivo sacó de su bolsillo un maniquí de papel, uniendolo a él con una rapidez inexplicable.
Para defenderse invocó varias hojas de los mismos, atacando desde afuera el carruaje, volcándolo en el proceso. A punto de salir una cadena espiritual lo detuvo.
—¡Rengoku-san, por favor vuelva en sí!
"¡Lo protegeré con mi vida, Oyakata-sama!".
"Permíteme presentarte a tus compañeros: Sanemi Shinazugawa, Obanai Iguro, Gyomei Himejima y Giyuu Tomioka".
"¡Permíteme ser tu compañero para esta misión, Tomioka-san!".
"¡Eres realmente hermoso, Tomioka-san!".
"Por favor, acepta salir conmigo!".
"¡Soy Kamado Tanjiro, aceptame como su pupilo, por favor! ".
"Tendré tu platillo favorito cuando regreses".
"Eres un hombre débil y patético, por eso morirás".
Un puñado de recuerdos lo golpeó, sin darse cuenta que su objetivo conjuraba en voz baja para liberar su vínculo.
Cuando finalmente fue consciente de ello, la cadena ya no estaba y podía reconocer a los presentes como sus colegas y amigos.
—Bienvenido de vuelta, Kyojuro.
Escucho la voz de Giyuu y oh, cómo quería llorar.
——————
*Los shikigamis son espíritus invocados por un Onmyōji o un hechicero japonés. Estos espíritus pueden ser de familiares o alguien conocido. Se conjuran para que ejerzan órdenes arriesgadas para sus amos, como espiar, robar y rastrear enemigos. Se dice que los shikigamis son invisibles la mayor parte del tiempo, pero se pueden hacer visibles uniéndolos en pequeños maniquíes de papel doblados y cortados ingeniosamente. También hay shikigamis que pueden mostrarse como animales.
*Los Onmyōji eran especialistas en magia y adivinación. Sus responsabilidades en la corte abarcaban desde preparar calendarios hasta tareas místicas como la adivinación y la protección de la capital de los fantasmas malvados. Podía buscar significados benignos o dañinos en los sucesos naturales. Se dice también que los onmyōji podían invocar y controlar a los shikigami.

ESTÁS LEYENDO
RenGiyuu week.
FanfictionUna semana dedicada a esta hermosa pareja. Advertencias: •Contenido Yaoi. •Algunos temas sensibles.