6º año de los merodeadores... (Jegulus)
Todos se encontraban en el dormitorio de los chicos jugando y hablando.
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James estaba ansioso, muy ansioso. Regulus le había dicho que tenía algo importante que contarle. Últimamente estaba muy raro y en la cabeza de James se maquinaban distintas razones aunque la mayoría tenían un denominador común. Al abrir la puerta de la sala de pociones, Regulus ya se encontraba ahí. Estaba serio pero movía su anillo on nerviosismo.
-¿Qué pasa, Reg?- preguntó James con tono amable.
-Necesitaba decirte algo- respondió Regulus.
Tragó saliva.
Regulus se había preparado mentalmente para este momento la mitad del curso. Lo había estado atrasando pero sabía que no era justo para James. Aún así, quería aprovechar los momentos con él. Tan egoísta era que solo quería a James para él incluso cuando le haría daño. Pero es que le necesitaba, le quería, y si hubiese podido hubiera atrasado más este momento.
James observaba como Regulus meditaba sus palabras. Regulus, alguien que siempre sabía que decir y como decirlo, se había atragantado con sus propias palabras. Y James, quien confiaba en Regulus plenamente y había obviado todas las señales, solo pensaba en una cosa.
Si es lo que creo que es no te rompas, se decía.
No te rompas.
Y no se rompió, no se rompió cuando Regulus levantó su manga y vio la tinta imprimida en su brazo. O al menos no se rompió delante de él. Se rompió en su dormitorio con el cariño de su gente.
James abrió la puerta de la habitación y todos se quedaron paralizados al verle. James temblaba y las lagrimas humedecían sus ojos.
Layla no tardó ni dos segundos en levantarse y en acercarse a él. Envolvió a James en sus brazos y él rompió a llorar.
James no se rompió en el momento, Sirius tampoco.
En cuanto la explicación de cuatro palabras salió de su boca, Sirius tardó un segundo en irse de la habitación murmurando una maldición
Ya era mediodía y Layla se había dispuesto ver a Regulus. Caminó por los pasillos y, al igual que su hermano, entro a la Sala de Pociones.
-Ya te lo ha dicho- dijo Regulus.
Layla cerró la puerta y, sin decir ni un comentario, agarró el brazo de Regulus y levanto la manga.
Ella sí se rompió.
-Regulus...-
El menor de los black ni se inmutó ante el gesto, solo bajo la manga de su camisa.
-Tenía que hacerlo- dijo.
Layla le aseguró que moriría ahí, le recordó todas las veces que le ofreció ayuda pero Regulus contestó con lo que eran excusas a los ojos de Layla.
-Vas a morir y parece que ni te importa- dijo Layla- Nadie es suficiente para ti. Ninguna ayuda es buena para el gran Regulus Black. Has sido una pérdida de tiempo-.
Regulus no se rompió. Salió a paso calmado de la habitación como si fuese un robot. Sin sentimientos, sin ninguna reacción. Layla no podía soportarlo.
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La cámara de los merodeadores.
FanfictionHistoria sobre la hermana melliza de James Potter, Layla Potter. Ambos van a empezar en Hogwarts y junto con sus amigos tendrán unas locas aventuras. Hay secretos, romance, fiestas, familia y unión. Portada de @gatorro_