La cámara de los merodeadores.

Enfrentados

Hoy era el primer día de Diciembre; faltaban 4 días para la selección de los participantes del torneo. Todavía nadie había metido su nombre. (Quitando a James y Sirius). Aunque mucha gente hablaba de presentarse. Supongo que la mayoría meterán sus nombres unas horas antes de la selección para estar seguros y que la gente les vea. Sin embargo, hoy no era el mejor día para pensar en esto.

-¡Pssss! ¡Rem!- dije llamando la atención de Remus.

-¿Qué pasa?- preguntó susurrando.

Le pasé una notita.

¿Cómo te encuentras?

Hoy había luna llena y durante estos días Remus solía tener malestar y dolor de cabeza.

Estoy bien, tranquila. Respondió

Me dio una sonrisa y yo se la devolví.

-Señorita Potter supongo que esa notita debe de tener una importancia descomunal para que sea más interesante que mi clase- dijo el profesor- Entrégueme esa nota-.

Yo se la di a regañadientes y vi como la leía.

-¿Por esto interrumpe mi clase?- dijo- 10 puntos menos para Ravenclaw-.

El profesor dio la vuelta y volvió a su explicación como si nada hubiese pasado. Remus me miró con tristeza, pero yo le sonreí.

Al salir de clase Rem se me acercó.

-Por poco nos pillan- dijo.

-Lo sé, menos mal que no puse nada "arriesgado"- respondí.

-Tienes razón. Pero la próxima vez en vez de pasarme una nota me lo dices-.

-Valevale. Pero es que estaba preocupada- dije tratando de excusarme.

-Lo sé, pero deja preocuparte tanto y disfruta- dijo mientras me acariciaba la mejilla.

-Ya. Ahora debes irte porque los chicos se han ido sin ti- dije- Además, según tengo entendido os toca clase con McGonagall, y a ella no le hacen gracia los retrasos-.

-¡Ostia! Pues me voy ya. Nos vemos luego Lay- dijo mientras salía corriendo.

-Nos vemos luego Rem-.

-------SIRIUS POV-----------------------

Estábamos en la clase de McGonagall. La clase había empezado hace unos 8 minutos y Remus no había llegado todavía. Yo sabía dónde estaba, pero el resto no. (El rey del chismorreo lo llamaban 😂 Atte: la autora) Cuando la profesora estaba en medio de una de sus súper entretenidas explicaciones (que se note el sarcasmo) Remus entró por la puerta. Se notaba que había venido corriendo porque estaba despeinado y la mochila descolgada.

-Señor Lupin, ¿Cree que esas son formas de entrar a una clase?- dijo McGonagall.

-No profesora- respondió.

-Vale. ¿Y cuál es su excusa para llegar tarde?- preguntó.

-Puesss...- se quedó callado.

-Lo suponía- dijo- Siéntese-.

Él se sentó en el asiento vacío que había a mi lado.

-Y 5 puntos menos para Gryffindor- dijo.

Normalmente, el Remus Lupin que todos conocemos suspiraría en forma de desacuerdo. Pero esta vez solo se sentó, y tenía una sonrisa en los labios. Una sonrisa que yo conocía muy bien.

-¿Qué me he perdido?- preguntó Remus.

-No lo sé, dime tú- respondí.

-¿Cómo?- dice sin entender.