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¿Estas Feliz?

Se que es una pregunta ridícula piensa en eso por un segundó. ¿Estas feliz? Si es así, conservarlo todo el tiempo que puedas por que he aprendido que, por encima de todo, no todo lo feliz en la vida dura para siempre. Ni siquiera yo, siendo un chico normal de Estados Unidos, podría ser feliz para siempre después de vivir lo que pensé que era una vida normal.

Además de no tener un padre, mi madre y yo siempre habíamos estado cerca. Pero el hecho de que no tuviera un padre en la foto no sígnifica que mi vida no fuera normal, muchas personas solo tenían uno de sus padres en sus vidas y quedaban bien. Yo también podría.

Toda la vida hemos sido mi madre y yo, la mujer de carácter fuerte y su único hijo. Mi madre es dueña de una pastelería "Duval's Cakes" y después de graduarme en la secundaria, pase el verano allí ayudándola. Nos mudamos a Estados Unidos por mis abuelos le avisaron a mi madre de que podíamos vivir con ellos hasta que finalizara mis estudios ahí mismo, en el antiguo trabajo de mi madre la corrieron sin más. Viviamos en Japón nací ahí, soy originalmente chino o algo así mi abuela es de origen japonesa y mi abuelo estadounidense raro verdad. Mi madre nació en Japón donde creció y disfrutó su niñez ahí mismo, donde yo crecí en Estados Unidos, a la edad de 5 años nos mudamos entre a la secundaria donde varios compañeros me temían no se por que y no me importo hablaba un poco el inglés y el idioma de mi origen para ser sincero creo que el inglés es más práctico y fácil de aprender.

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Agregué glaseado alrededor de los bordes de un pastel de graduación que alguien ordenó y justo cuando a punto de agregar los toques finales, las luces de la pastelería se apagaron.

-¿Mamá?- Pregunté levantando la cabeza e intentando obtener visión clara, pero todo estaba demasiado oscuro.

La puerta de la cocina se abrió y la cara de mi madre, junto con mi mejor amiga, Uraraka Ochako, se iluminó con la luz de las velas. Empezaron a cantarme feliz cumpleaños mientras ella salía del salón de ventas hacía mí, haciéndome reír y dejando a un lado el glaseado.

-Pide un deseo Bakugo-kun- me dijo Uraraka era una chica baja con las mejillas coloradas en un rosa bajo adornando sus mejillas con una cara redonda razón el apodo que le puse ojos marrones con el cabello castaño.

Hoy es mi decimoctavo cumpleños, el día en que se supone que debo ser adulto y debería ser el día más feliz de mi vida. No había pensado mucho en eso, me concentré en trabajar en la tienda, pero tener a Uraraka y a mi madre aquí me hizo sentir con más humor para celebrar. Cerre los ojos y pensé en un deseo antes de apagar las velas. No deseaba nada porque en ese momento no necesitaba nada, ya tenía todo lo que tenía. Había construido mi vida como quería que fuera, y ningún deseo que pidiera cambiaría eso, las acciones lo harían.

Cuando abrí los ojos, le sonrei a mi madre y a Uraraka, -¿Cortamos el pastel?-

Nos sentamos juntos en una pequeña mesa de la pastelería que estaba serca de la ventana, ya que estábamos cerrados a esta hora, teníamos todo el lugar para nosotros y la privacidad era agradable. Mientras disfrutamos del pastel horneado que mi madre había echo para mí, mamá y Uraraka me dieron sus regalos de cumpleaños que consistía en un brazalete de amigos y mi madre me dio una copia de la edición limitada de The Great Gatsby, que era mi novela favorita.

-También estoy tratando de conseguir entradas para el concierto de Mic- me explicó Uraraka, perecía decepcionada, - están agotadas, pero podría conseguir algunas para el espectáculo en Japón.-

Mi mandíbula cayó en emoción,-¿Estas bromeando? ¡Cara redonda!-

Mi madre simplemente nego con la cabeza, -No. Lo siento, pero no te irás de Estados Unidos, Katsuki-