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Libertad.

No es una libertad completa, pero es lo máximo que podía esperar de esta vida en este momento. Kiri se había ido y podía caminar por la casa sin temor a que me siguiera. Se fue con las instrucciones de que Aizawa estaba a cargo, aunque no conozco a Aizawa tan bien pero mis intenciones eran mantenerme fuera de su camino y espero que él permanezca fuera
del mío.

Tal vez Camie estaría cerca y podríamos aprovechar este tiempo para conocernos más, necesitaba socializar más. Estaba empezando a sentirme cada vez más distante del mundo normal, desesperado por cualquier tipo de interacción humana normal.

La casa estaba mucho más tranquila que lo normal, era relajante y me hizo desear que Kiri se perdiiera de camino a casa.

Era una ilusión, pero no podía dejar de mirar a la puerta. Todo lo que tenía que hacer era
desbloquearla.

¿Verdad? ¿Pero que pasaria después de eso? ¿Se suponia que debia huir y esconderme por el resto de mi puta vida?

Absolutamente no. Él me encontraría y la situación sería mucho peor cuando volviera. Entonces, incluso cuando había una salida, nunca podría irme. A menos de que.

-¿Conoces el código de acceso?- dijo una voz detrás de mí.

Miré para ver a Aizawa parado a unos metros de distancia, vestido con un traje oscuro como
todos los hombres de esta casa. Era como si tuvieran un uniforme.

-¿Código de acceso? ¿A ...? -

Le levanté una ceja, era la primera vez que lo veía desde que Kiri se fue y esperaba no tener que verlo en absoluto.
Aizawa hizo un gesto con la cabeza hacia la puerta

-Eijiro tiene una contraseña electrónica, de ahí el teclado en el lado derecho-

Mis ojos se entrecerraron hacia el teclado al que no había prestado atención hasta ahora. Era
jodidamente increíble.

¿Una coña contraseña para salir de la casa?

Y por favor y gracias, ni siquiera eran opciones porque el teclado era números. Agh jodidamente pasado, ahora necesitaba averiguar que contraseña era para salir y poder demostrar de lo que estaba echo.

-Lo tomaré como un no- comentó.

-De acuerdo, Aizawa. Obviamente no lo sé, y no tengo la intención de irme de todos modos-
me encogí de hombros casualmente.

-Me mantendré fuera de tu camino y tú te quedas fuera del mío-

-Papa oruga-

Fruncí las cejas.

-¿Lo siento?-

-Llámame Papá oruga... Nunca fui demasiado aficionado por Aizawa, todos me llaman así es un alías, aunque no me guste- admitió.

Debe ser por la forma en las que cuidaba de todos, especialmnte de Eijiro, Denki, Mina, Tetsutetsu y Sero, pensé para mí mismo, porque eso fue lo que pensé cuando escuche su alías.
Asentí con la cabeza lentamente. Pero por dentro me moría de la risa.

-Está bien, Papá. Disculpe por favor, voy a ir a buscar a
Camie-

Cuando pasé junto a él, él continuó hablando conmigo.

- Eijiro me dijo que tienes problemas para dormir. Si necesita que venga el médico a recetar pastillas para dormir, me han dado el visto-

Respiré hondo, un poco molesto porque él mencionaría mis asuntos personales a sus hombres
como si también fueran asunto suyo. Solo tenía problemas para dormir por su culpa.

✰ ✦͙͙͙*͙*❥⃝∗⁎.ʚ 𝓔𝓼𝓽𝓻𝓪𝓰𝓸𝓼 ɞ.⁎∗❥⃝**͙✦͙͙͙✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora