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11/ Parte 1

No estaba seguro de dónde tenía intenciones de llevarme Eijiro, pero al mismo tiempo no me
importaba exactamente. Estaba saliendo de esta casa sofocante y esperaba aprovecharla al máximo.

Ashido me había mostrado sitios web para trajes esta mañana y después de elegir uno que aparentemente era apropiado para la ocasión, lo elegí y kiri hizo un llamado para que estuviera
listo para la noche, lo que en el mundo de cualquier otra persona es una solicitud imposible. Pero este es el mundo de Kiri y él hace posible lo imposible.

Me decidí por un hermoso traje color rojo, era mucho más elegante que cualquier cosa que haya usado antes y el precio no estaba cerca de mi rango de precios. Pero Kiri había dicho que tenía que elegir algo de uno de los tres sitios web que me mostró Ashido, y el  tenía que ser elegante, uno que no fuera casual.

Era acompañado con un chaleco azul fuerte corto pero elegante, junto con un pantalón negro lo sentía cómodo, nunca he sido una persona para hacer alarde y nunca me ha gustado usar ropa que mostrara mucho de mi cuerpo.

[Perdonen ahí pero fue lo único que encontré]

La ropa de verano no cuenta, no debería tener que sofocarme si un hombre no tiene que hacerlo.
Mi estilo siempre ha sido modesta y respetadora y este traje lo mostró bien.

Ahora que esperaba que Kiri estuviera listo, comencé a preguntarme si había tomado la decisión correcta en todo. ¿Qué pasa si estos zapatos comenzaran a matar mis pies luego? Mi
cabello estaba revuelto pero no cuando me levantaba era perfecto Ashido fue quién me lo dijo me había preguntado si mi cabello rubio era genético le afirme con solo un asentimiento de cabeza.

Mis pensamientos estaban por todas partes y no había duda en mi mente de que era porque estaba tan ansioso por salir de la casa y ver el mundo exterior nuevamente. Sabía que este no era un momento para viajar, pero. Ahora podría verlo, de nuevo ¡y de noche!

- Katsuki, te vez hermoso. Digno para esto- 

La voz de Kirishima habló desde
detrás de mí, lo que me hizo dar la vuelta rápidamente para mirarlo.
Sus ojos recorrían mi cuerpo mientras sus dedos tocaban su mentón de una manera pensativa. No estaba seguro de sí se había olvidado de que no debía alagarme, o el idiota solo lo hacia por diversión.

-Uh... ¿Tú...también?- respondí.

Él solo se río entre dientes antes de meter la mano en el bolsillo de sus pantalones y sacar una caja.

-Tengo algo para ti. Me gustaría que te lo pongas esta noche-

Cuando se acercó, miré la caja y reconocí a la empresa de joyería. Me la extendió con su brazo para que yo le quitara la caja y lo hice, asintiendo un poco.

-¿Gracias?..-

-Abrelo-

Me abstuve de poner los ojos en blanco ante su comportamiento naturalmente exigente, le quité la cinta y luego la tapa de la cajita. Dentro había un impresionante pulsera de diamantes y era diferente a todo lo que había visto, era lo más hermoso que se pueda imaginar.