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Eijiro estaba despierto al amanecer, todavía parecía un poco oscuro afuera cuando la cama se movía y tenía miedo de moverme. Pensé que mi cuerpo se rompería si volviera a tocarme.
No estaba seguro de qué opción sería peor, pero en este punto no parecía estar bien, ni estaba mal.
Mantuve mis ojos ligeramente abiertos, mirando a través de mis gruesas pestañas mientras
se movía alrededor de la habitación. Desapareció en el baño durante bastante tiempo y el sonido del agua indicó que se estaba duchando. Estaba cansado pero no podía dormir sabiendo que estaba despierto, apenas dormí anoche y mi cuerpo estaba agotado.

¿Cómo me acostumbraría a esto?

El miedo y lo desconocido ya me parecían demasiado.
Seguí mirando cuando la puerta del baño se abrió y salió con sus calzoncillos que mostraban todo lo que me invadió anoche. Era un hombre hermoso con una personalidad fea, tenía una sonrisa encantadora que ocultaba intenciones crueles e incluso pensamientos más inquietantes. No había nada atractivo en este hombre aparte de su cara bonita y su cuerpo agradable.

Se puso los pantalones y apretó la funda que tenía antes de caminar hacia su tocador y sacó un arma, colocándola en la funda de forma segura.

-No pienses que las armas son tan fáciles de encontrar, amor. Esto no estará en el mismo lugar dos veces-

Dijo de repente y mis ojos se agrandaron cuando se dio la vuelta para mirarme.

- No pensaste que realmente yo creía que estabas durmiendo, ¿verdad?-

Lo miré mientras sus confiados ojos rojos se encontraban con mis aterrorizados ojos.

-Yo...-

-Sabes, estoy entrenado para saber cuándo la gente me está mirando-

Explicó, incluso en un
tono tranquilo, su voz nunca sonó un poco calma ni agradable.

-Estoy... lo siento por mirar- me las arreglé

-Debería haber dicho algo, estoy cansado-

-Tuvimos una noche ocupada... Vuelve a dormir, tenemos un largo día por delante- me explico.

-Me aseguraré de que Ashido te deje la ropa afuera de la puerta del dormitorio-

No me molesté en preguntar quién era, esa respuesta llegaría a tiempo, así que simplemente asentí con la cabeza. No se fue, sino que se acercó a mi lado de la cama y se arrodilló, sus curiosos ojos vagaron por mi cuerpo como si pudiera ver a través de las mantas que cubrían mi pequeño cuerpo.

-Me sentí magnífico anoche...- Casi me estremezco cuando colocó una mano en mi mejilla lo que hizo que sonriera.

-¿Qué aprendimos acerca de decir que no?-

Disfrutaba el miedo que sentía hacia él y estaba seguro de que era exactamente lo que quería,
la respuesta que le di no solo era la respuesta que quería escuchar, sino la verdad.

-No decir que no ...-

-Ese es mi chico- noté una leve sonrisa antes de que sus labios chocaran con los míos momentáneamente.

-Cuando regrese, te mostraré los alrededores y te presentaré al personal de la casa ... No te metas en problemas mientras yo no estoy-

Él se levantó, sacó una camisa del armario y me miró mientras la abrochaba.

-¿A dónde vas?- le pregunté, era una pregunta estúpida.

- Ocuparme de los negocios para propósitos futuros, sin embargo no te responderé más, amor. El acuerdo no funciona de esa manera-

✰ ✦͙͙͙*͙*❥⃝∗⁎.ʚ 𝓔𝓼𝓽𝓻𝓪𝓰𝓸𝓼 ɞ.⁎∗❥⃝**͙✦͙͙͙✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora