Revolucion

763 97 37
                                    

Quackity estaba despierto acostado en la cama junto con sus primos a los lados, que parecían no haber reaccionado al rubius aquella mañana. ¿A dónde había ido tan emocionado? Se lo menciono pero por estar dormido lo había olvidado. 

Recordó que estaba con traje de policía. Seguramente haría  algo así. Suspiro y cerró sus ojos. Quería quedarse así, acostado, al menos un rato más.

 
Pensaba decirle a rubius si podrían ese día al menos, por medio día, tomárselo libre, después de todo, el ducto y la base estaban casi terminados .

Pensó que sería divertido ir a minar o ir a una dungeon para encontrar materiales juntos que ayudará con la futura revolucion.

Apenas pensó eso y cerró sus ojos, imaginando al oso sonriéndole. 

Aquello le hizo sentir extraño en su vientre, como si algo estuviera golpeándole de manera minúscula y casi haciéndole vomitar. ¿Mariposas en el estómago? Bueno, no era la primera vez, en especial por rubius. Siempre había algo en el oso que le causaba aquella emoción, con ganas de querer saber más de el, de querer tocarle y de querer...

Recordó el beso que se habían dado en el hoyo del desierto y se puso colorado. Recordar la sensación de los labios del mayor y del tacto de su piel comenzó a hacerle sentir que le daba calor.

 
Mejor opto por levantarse o a ese paso algo más que el se levantaría. Suspiro y subió al elevador, mirando que ningún secuaz de Luzu estuviera afuera. Curiosamente estaba solo. era raro, por lo general los cobradores de impuestos estarían ahí.


Miro a Pepe que estaba viendo hacia fuera y luego quackity fue al refrigerador, tomando ingredientes para hacerse de desayunar.

De repente, escucho el lengüetazo de Pepe pegarse a un cristal, y mordiendo una tostada, fue hacia donde la rana estaba, casi por la puerta

-pinche rana desmadrosa, vas a romperle la puerta a la rubias - reclamo. Luego, observó que es lo que la rana había intentado pegarle. Ahí estaba Titi. O el impostor de Titi. o eso pensaba. no podía confiar en ese brócoli amarillo.

Titi saltaba, como si saludara, pero después volteo al lado contrario. Quackity pudo ver las capuchas negras que se acercaba.

- ¡tetas! Escóndete pendejo!

Respondió mientras tomaba a Pepe y lo llevaba hasta el cuarto de Titi, del verdadero Titi. Cuando fue al elevador, pudo ver a los hombres de Luzu, 6 para ser exactos, llegar a la parte delantera de la casa. Fue corriendo a tomar sus cosas y a despertar a sus primos que estos, al  ver qué quackity estaba tomando la pistola, Rápidamente tomaron sus cosas.
Cuando salieron los tres de la habitación, uno de los secuaces abrió la puerta del sembrarío

-AQUI ESTÁN

Grito y apunto con el arma a los tres hombres.


Pero no contaba con que ellos eran ágiles y corriendo mientras esquivaban las balas, cochi llegó hasta el secuaz y de una patada hizo que el arma desviará el disparo mientras Beni, sacando un arma, disparaba al secuaz justo en el brazo izquierdo.


Quackity pateo a este y lo mando volar a la puerta del cuarto provisional, haciendo que la puerta de cristal se rompiera en el acto, provocando que el secuas se lastimara, dejando todo lleno de sangre. Pudo ver cómo este secuaz se le había perforado el brazo y parte de la espalda con los cristales manchando el suelo.

-verga, la tetona me va a matar - dijo refiriéndose a rubius. El sembradío había quedado destrozado por el como corrieron. Sonrío al imaginarlo enojado contra el.
- ni modo primo - respondió cochi
- amonos a la verga, vienen más

Como Una Maldicion...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora