Luego de aquella situación, decidieron volver a su hogar.
Pasó un tiempo desde aquel desagradable encuentro.
Ahora, Roger estaba en el sillón, acariciando su vientre mientras leía algún que otro libro, su vientre ahora resaltaba bastante en su pequeño cuerpo, ya tenía los ocho meses de embarazo, y estaba emocionado de conocer a su bebé.
En eso, se acercó Bri y se sentó a su lado.
—¿Que tal está ese libro, pequeño?
Rog lo miró, sonriendo.
—¡Está muy entretenido! Trata sobre un castillo embrujado, en donde vive un fantasma que intenta asustar a una familia recién mudada a la mansión, pero ellos no sienten miedo alguno, de hecho, los gemelos que viven en la mansión le juegan travesuras al pobre fantasma.
—Mm, creo que ya he leido ese libro.
—¿Cual crees que es?
—¿El fantasma de Canterville?
—¡Sí! —dejó el libro a un lado, sonriendo mientras miraba a Bri.
El mayor miró a Roger, y luego miró la pancita de este mismo, acercando ambas manos para empezar a mimar al bebé, dejando lindas caricias.
—Ya creció bastante —mencionó Bri.
—¿Me veo muy gordo quieres decir?
—¿QUEE? NONONO, de hecho, te ves adorable.
Roger se acomodó un poco en su lugar, acercandose mas a May.
—Tengo ganas de comer frutillas.
—Ya iré a conseguirlas, mi vida, creo que quedaban algunas en la cocina —se levantó del sillón, caminando a la cocina.
En poco tiempo volvió con un plato de frutillas, y le pasó el plato a Roger.
—Muchas gracias, Brimi —le sonrió, y luego empezó a comer.
Bri solo lo observó con una sonrisa, la verdad es que si se le hacía adorable ver a Roger así.
—¿Necesitas algo mas, lindo?
—No, muchas gracias precioso.
...
Nueve meses.
Nueve meses llevaba ahora de embarazo el rubio, y casi ni podía moverse por dos razones: Bri no le dejaba moverse y el vientre le pesaba.
—¡Bri, necesito movermeee! —exclamó el menor, haciendole berrinche al contrario.
—No, Roger, tienes que reposar, el bebé va a llegar en cualquier momento y necesitas descansar.
—¡Briii! Minimo caminar un poco por la casa o algo, no se, ¡Pero no quiero estar quieto todo el rato!
—Roggie, no.
—Te voy a matar.
—¡Noo! A veces me das miedo, Rog.
—Quiero moverme —intentó levantarse del sillón.
—No no no no no —Bri lo volvió a sentar.
—Por favoor, solo un poco.
El mayor suspiró —está bien, pero si te sientes mal o necesitas algo avisame, ¿Si?
—Yo te avisaré, Bribri.
Brian ayudó a su contrario a levantarse del sillón, también ayudandole a caminar, pues, a Rog le pesaba bastante el vientre, en unos cuantos días mas daría a luz.
Mientras caminaban, Roger sintió unas pequeñas contracciones, no eran tan dolorosas, eran las primeras.
—Bri, bri, tengo mas primeras contracciones —avisó, poniendo su mano en su vientre.
—¿Necesitas algo? ¿Vamos al hospital? —preguntó de inmediato el ruloso, preocupado.
—No, no, el doctor me dijo que era normal, pero dijo que si eran mas dolorosas o si rompía fuente que debemos ir al hospital, y que ya habló con el personal para que no se sorprendieran al ver a un hombre embarazado y que no lanzaran comentarios.
—Está bien, lindo, si te duele mucho me avisas, ¿Sí?
—Está bien, Bribri.
Durante la noche, ocurrió lo mas y menos esperado a la vez.
Rog empezó a parir
Pero hay que relatarlo todo desde que Rog rompió fuente.
Esa noche, Roger no podía dormir, le dolía el vientre bajo bastante, el sueño no le llegaba y sentía que algo estaba por suceder, sabía lo que era, y aunque quisiera conocer a su bebé, no quería parir, no estaba preparado.
Hasta que un pinchazo en cierta parte del cuerpo le hizo soltar un pequeño gritito de dolor, despertando a Bri.
—¿¡Rog?! —despertó alarmado, atontado y asustado.
—¡Brimi! ...S-siento algo mojado entre mis piernas.. —quitó la frazada, viendo que entre sus piernas estaba humedo —...rompí fuente, ¿D-debería gritar?
—¡No lo se! ¿¡Que hago?! ¡La maleta! —Bri tampoco estaba preparado, se sentía muy chiquito ante la situación.
—L-la maleta está al lado de la cama, ¡Hay que irnos! —como pudo, Rog salió de la cama, buscando un abrigo para salir.
Mientras tanto, Bri tomó la maleta e igual tomó um abrigo, y luego ayudó a Rog a salir de la casa para ir al hospital...
...
Horas después, Rog estaba en la sala de partos, estaba a punto de empezar el labor de parto, solo faltaba que Bri de preparara para poder recibir al bebé.
Una vez que el ruloso estuvo listo, todo comenzó.
—Señor Taylor, cuando yo le diga, tiene que pujar, ¿Si? —le dijo el doctor, poniendose unos guantes.
—SOLO APRESURENSE.
—Tranquilo, lindo, todo saldrá bien —Bri tomó la mano de Rog, pero soltó un chillido de dolor al sentir que el rubio la apretaba con todas sus fuerzas.
—Listo, uno..dos..tres, puje —dijo el doctor.
Roger empezaba a pujar, soltando un alarido de dolor mientras su rostro adoptaba un color rojo gracias a la fuerza que estaba haciendo, sudando un poco.
—Muy bien, vuelva a pujar.
Siguió pujando, soltando mas gritos de dolor que le partían el corazón a Bri, no le gustaba ver al menor con tanto dolor, pero sabían que valdría la pena, en poco tiempo podrían ver a su pequeño.
Y después de tantas horas de trabajo, el bebé finalmente pudo salir.
—Lo hiciste muy bien, Roggie... —le dijo con suavidad el mayor al contrario, dandole un beso en la frente.
—Quiero dormir.. —dijo debil el rubio, respirando agitado, estaba cansado, le dolía todo el cuerpo.
—Señor May y señor Taylor, es de mucha alegría decirles que su bebé es una preciosa niña totalmente sana —avisó el doctor, sonriendo mientras cargaba un bultito envuelto en una manta, entregandole aquello a Bri.
Brian, dando saltitos de emoción, quitó un poco la manta de la carita de su bebé, mirandola con felicidad.
La pequeña era de piel blanca, tenía la naríz de Rog, los labios de Bri, sus ojitos estaban cerrados, y sus cejas apenas se notaban.
Era su hija.
Roger no supo nada, ya se había quedado dormido, pero obviamente cuando despertara estaría mas que felíz.
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Volver a vernos《Maylor》2DA TEMPORADA
De Todo《Segunda temporada de Hermafrodita》 Llevaba tiempo sin verte, Mi amor Te he escrito tantas cartas y ninguna contestaste Guardé esperanzas Y siento que me olvidaste y cambiaste por ella.