Entrada Solo Para Bonitos || Mason Mount

Primer día perfecto.

¿Cuál era mi color favorito? Ahora que lo pensaba, creía que no tenía uno en específico. Me gustaban todos, incluso tenía ropa de todos los colores.

¡Estas preguntas para ingresar al banco eran un problema! Hice esto hace un montón de tiempo, ¿cómo esperan que lo recuerde? Sería más fácil si no hicieran tantas preguntas tontas, ¿porque no ponen «¿cuál es el mejor disco de Shakira?»? Les aseguro que ya la hubiese respondido y nunca lo olvidaría.

Fijación Oral Vol. 1.

Y si, es ese. No quiero saber otra opinión.

En fin, a quince minutos de que comenzara mi primer día de trabajo en Lash sensational, me encontraba intentando enviarle dinero a mamá.

—¡Ava! Llegaste temprano. —dijo Tatiana, la dueña de la estética.

Le sonreí apenada. —Si, disculpa, estuve haciendo algo antes de venir para acá y no quise irme a casa para después volver. —mentí. Lo cierto es que llegué antes porque los nervios no me dejaban dormir.

—No te preocupes, mejor. ¿Quieres empezar el tour? Te presentaré a las demás chicas, somos un grupo pequeño pero muy bueno. —sonrió amable.

—¡Claro! —me levanté de la silla y emprendí camino.

El local tenía grandes ventanales que nos llenaban de luz natural, tenía decoración minimalista y moderna, habían plantas en las esquinas y las paredes eran de un rosado claro. Estaba en las nubes, finalmente trabajando de lo que más deseaba.

—Ella es Ivanna. Ivanna, ella es Ava. —señaló a una chica de baja estatura, llevaba su pelo rubio amarrado en una coleta alta.

—¡hola! —saludó efusivamente, se veía agradable.

—hey. —saludé un poco más recatada.

Tatiana siguió y yo iba atrás, entramos a una sala donde estaban todas las camillas blancas, con cobertores rosado bebé, almohadas peludas y ringlights al lado, acompañados de carritos auxiliares, era el paraíso al que toda esteticista quisiera ir.

—Andrea, Ava. Ava, Andrea. —me presentó a una chica de baja estatura también, con pelo rojo ondulado hasta los hombros, un septum y vestida toda de negro. Tenía toda la vibra de una tatuadora, no de una esteticista, en realidad.

—¿Qué hay? —dijo relajada.

Sonreí. —todo bien.

—Sólo falta por presentarte a Mariah, la cuál no pudo asistir hoy, pero esas son todas, básicamente. Como te comenté somos un grupo pequeño. Mariah se encarga de todo lo que es el cuidado, atención y limpieza del lugar. Es la asistente. Ivanna es la cosmiatra, hace los faciales y es la encargada de todo lo relacionado a la piel. Andrea es la tatuadora —lo sabía— sé que pensarás que es extraño pero bueno, te sorprenderás de la cantidad de gente que viene a tatuarse —rió. —yo hago extensiones de pestañas pero con todos los pedidos, la página y capacitaciones, se me hace muy complicado atender a las pacientes acá en la sede, y para eso estás tú. Me encantó tu trabajo, no necesitas pulir nada, pero si crees que lo necesitas, acá podrás aprender. —me dio un abrazo rápido y me sentí como en una reunión de primas.

La vibra se sentía liviana y cargada de buenas cosas, todas veían la escena maravilladas y de alguna u otra forma me hicieron sentir en confianza. Agradecí a todas por la oportunidad y me puse a la orden por cualquier cosa que necesiten.

—¡Ah! Justamente... —dijo Tatiana y revisó su teléfono. —Hoy tienes una cliente dentro de veinte minutos, es nueva, a las clientes nuevas les dejamos un diez por cierto off y les ofrecemos té al llegar, esta vez haré el té yo, para que veas como se hace pero la atenderás tu, así que puedes ir preparando todo.