Entrada Solo Para Bonitos || Mason Mount

Cena en el cielo

Mason me había invitado a cenar junto a sus amigos en uno de los restaurantes más elegantes y lujosos de esta ciudad y si había algo que me tomaba desprevenida era esa invitación. Iniciando porque no usaba ropa elegante y nunca lo había hecho, por lo tanto no tenía ningún vestido siquiera. Segundo, no iba a comer a otro lugar que no fuese Sweet Dreams, ¿y si no me gustaba la comida? No podía ser irrespetuosa y menos malagradecida...

Lexie me había comentado de una tienda en el centro comercial que vendía ropa de ese estilo, por su obsesión por la Fórmula 1 también le gustaba el Old Money o lo Preppy, por lo que solía encontrar tiendas que vendieran ropa elegante pero que se ajustara a nuestros bolsillos. Luego de salir del trabajo me aventuré hasta el local y debo decir que aún me duele esa compra. No sé en cuáles precios se ajustaban, capaz y en el de las bolsas.

Había comprado un vestido largo hasta un poco más abajo de la rodilla, color crema, era sencillo. Cuello halter y sin mangas ni brillos. Me gustaba su sencillez y porque se parecía mucho a mis gustos, muy clásico. Estaba arreglándome en casa, por lo que no sabía como se vestiría Mase pero fue puntual cuando me dijo que era bastante elegante, así que asumí que era con traje. Armé mi pelo en un peinado sencillo, le saqué dos mechones de enfrente para darle ese toque relajado. Mi maquillaje era sencillo, tapé ciertas marcas de mi piel con base, corrector y polvo y delineé mis ojos, sutilmente pero cambiaba mi mirada. Pinté mis labios de rojo y me puse unas argollas doradas que hacían juego con una pulsera del mismo color. Unos tacones no muy altos y de punta terminaron de estilizar el outfit y ya estaba lista, básicamente.

Mis cosas las llevaba en una cartera de mano muy pequeña, solo la usaría para llevar mi teléfono, identificación y tarjeta de débito por si era necesario, aunque estaba rezando por no tener que usarla de nuevo. Mason había dicho que pasaría por mi a las nueve treinta y aún faltaban diez minutos para que llegara, así que estaba cómoda esperando por el en mi sala. Estaba bien transitada la calle por ser fin de semana y cuando iba a enviarle una foto a Lexie del look final, sonó la puerta. Ya estaba aquí.

La mariposita del nerviosismo voló dentro de mi y con las piernas como gelatina, abrí la puerta. Un Mason con camisa blanca y traje negro, estaba parado frente a mi, con las manos en sus bolsillos. Lucía espectacular, al cura lo que es de la iglesia, vamos a estar claros. Sus ojos me recorrieron pausadamente, como si no pudiese creerlo, haciendo que me sintiera incluso más nerviosa.

—¿se te perdió una igual a mi? —le dije para relajarme.

Sacó una mano de su bolsillo, se la llevó al pecho y sonrió. Ese gesto de la mano en el pecho que recordaba perfectamente de "How to lose a guy in 10 days" me parecía además de lindo, genuino. Siempre había querido que me pasara, que Mason lo hiciera se sentía como un abrazo a mi corazón, cosa que no esperaba que hiciera.

—Te ves preciosa, Ava. Eres la más hermosa del lugar, estoy seguro. —tomó mi mano y le dio un apretón que no dolía, era simbólico.

—¡Mentira! Seguro estoy igual que las otras chicas. —no era alguien que menospreciaba su belleza, sabía que era hermosa cuando me arreglaba más de lo normal, aunque tampoco exageraba cómo lo estaba haciendo el.

—Ya eres la más hermosa de todas, siempre que llegas a un lugar voltean a verte, pero hoy te luciste. —dijo y no pude contener la sonrisa atontada.

—¡Basta! Andando, o llegaremos tarde. —tomé mi cartera y cerré la puerta, iba a caminar pero el me tomó por la cintura y plantó un beso en mis labios.

Gracias, creador de labiales mattes. Aunque el gloss se me había chorreado un poco.

Sonreí y limpié el rastro de gloss rosado de sus labios, cuando subí la vista a sus ojos, tenían cierto brillo y estudiaban mi rostro, como si quisiera guardar este momento en su memoria.