Grandma's house

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Luego de haber ido a esa cena tan peculiar y que Mason me haya pedido disculpas por tan bochornosos comentarios, terminamos durmiendo en su casa. La noche era cálida teniendo en cuenta el frío de Londres y su vecindario era muy tranquilo, así que la mañana siguiente fue muy relajada.

Ese día iba a ir a casa de mi abuela, finalmente. La extrañaba un montón y desde que supo que había empezado a salir con un chico estaba desesperada por verme. Aún me debatía si presentárselo o no...

La relación con mi abuela era mejor que con mis padres, ellos por pasar tanto tiempo trabajando no me prestaban la misma atención ni me daban el mismo cariño que mi abuela, la cuál estuvo conmigo cuando me salieron mis primeros dientes, cuando tuve mi primera menstruación, cuando me gradué del bachillerato y cuando conseguí este último trabajo fue la primera en enterarse. No es que no quisiera a mis padres, pero no era lo mismo. Realmente no los sentía como tal, mis padres era mi abuela. Así tal cual.

—¿Irás a casa de tu abuela hoy? —Mason estaba parado en el marco de la puerta del baño mientras yo me cepillaba los dientes, yo llevaba una de sus franelas que me quedaban gigantescas (y no porque el fuese especialmente grande, porque si usara ropa de su talla me quedaría perfectamente bien, pero como usaba mucha ropa oversize pues tenía el privilegio de parecer una imagen de pinterest de uan chica llevando ropa de su novio) y el llevaba un pantalón de pijama.

—Si. —dije.

—¿Te quedarás a dormir allá?

Volteé a verlo. Parecía un niñito haciéndole preguntas a su madre acerca de cuánto tiempo iba a pasar en el trabajo, era muy cuchi.

—Aún no lo sé, depende de a qué hora nos desocupemos, no me gusta salir sola de noche.

—Yo te busco. Avísame. —sonreí sin mostrar los dientes y asentí.

—Es que estaba pensando... —jugueteé con mis dedos. —En invitarte. Sería sólo un rato porque sé que estás ocupado, igual si no puedes no te preocupes, últimamente con el equipo y toda la presión que tienes... —tomó mis manos suavemente, como pidiendo permiso y sonrió.

—Sería un placer conocer a tu abuela, Ava. Estaré todo el tiempo que sea necesario. No te preocupes por el equipo ni por nada que no sea pasar el día en familia. —sonreí y el también.

Agradecía que tuviera un tiempo para ir, mi abuela me importaba más que mis padres, siendo sincera. Que el quisiera ir me hacía sentir querida, me daba la sensación de que estábamos bien y en una relación formal.

Luego de ducharnos y arreglar unos pequeños bolsos con las cosas necesarias, emprendimos camino a Bromley, desde Chelsea eran alrededor de treinta minutos. Mason tenía una playlist buenísima que disfruté todo el camino. Íbamos vestidos cómodos y el domingo tenía un sol que no era molesto así que el día pintaba de maravilla. Ya le había avisado a la abuela que iría con «visita» así que dijo que prepararía su especialidad: ensalada de gallina.

Mason estaba feliz, los últimos días había estado más estresado que de costumbre por la presión impuesta. Su familia lo había estado invitando a karaokes, conciertos y cafés para distraerlo de todo, ir a casa de mi abuela era mi aporte al prójimo. Su sobrina Summer era la única que podía realmente calmarlo, a el le encantaba pasar tiempo con ella porque no le daba tiempo de pensar tanto, debido a lo traviesa y juguetona que era. Yo lo intentaba pero nunca lograba agarrarle el ritmo como Mase.

—¿Debería estar nervioso por tu abuela? —me vió rapidamente y volvió a fijar la vista en la carretera.

Sonreí sin mostrar los dientes. —¿crees que debas estarlo?

Entrada Solo Para Bonitos || Mason MountDonde viven las historias. Descúbrelo ahora