Cada paso, cada respiración con la que inhalan mis fosas nasales, ese aroma que llega hasta mi pecho... no es nada más ni nada menos que un gran olor a sangre reciente.
Al llegar al lugar, me percato como es un animal muerto con varias de sus partes estirpadas, como su cabeza, las patas traseras, semejantes a las de un zorro. Me acerco para investigando, encontrando a su vez una extraña aura violeta y brillante que recorre el cuerpo del animal lentamente. Y con ello, llego a una conclusión al verlo...
Ha vuelto Katie.
Horas atrás, gracias a su abuela, me percaté como las brujas tienen un color distinto a la hora de utilizar los hechizos. Los hechizos de ella tenían un color completamente negro azabache, en cambio los de Katie, son violetas con un toque oscuro y brillante también.
Dejo a un lado el cadáver del animal e intento seguir un camino de los muchos que hay entre los árboles, intento seguir un simple rastro, pero parece ser mucho más difícil de lo que imaginaba.
O es posible que ella misma sepa que tenemos buen olfato ya que sería mucho más fácil encontrarla.Como sea, debo averiguar que ha querido de mí todo este tiempo.
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Tan solo han pasado un par de minutos desde que he empezado a seguir el ligero rastro que se logra percibir, no obstante, siento que me estoy acercando a medida que sigo corriendo.
Sé que estás por aquí...
Termino llegando a un lugar lleno de pinos y algún que otro rosal por el medio. -Creo que nunca antes he pisado este lugar-, por otra parte, ahora su aroma se mezcla con la cálida fragancia de las rosas, revolviendo mi estómago.
-Que ingenua llegas a ser...-
No logro evitar decirlo en voz alta al sentirla tan y tan cerca de mí, aunque no la vea mirando si ojeo de lado a lado.
Rápidamente, tan pronto como ladeo mi cabeza hacia las ramas que se encuentran sobre mi cabeza, soy arrojado al suelo con brutalidad, dejándome sin habla por un par de segundos. Antes de comprobar de quien se trata, empiezo a sentir como sus piernas se contraen mucho más a mis piernas para que no pueda voltearme ni escapar.
-¿A qué has vuelto?- musito extrañado.
No puedo evitar girar un poco mi cabeza para poder verla de reojo.
-He venido por tu cabeza- su delicada mano no tarda ni un segundo en posarse con cierta brusquedad sobre mi espalda, ejerciendo presión -Como te advertí-
-¿Solo por eso?- añado con cierta seriedad roncamente.
Ella tarda un par de segundos en responder. Mejor dicho, en pensar una respuesta bastante concisa.
-Sí , solo eso- concluye con un resoplido.
-Katie...- gruño con sequedad.
Digo su nombre en voz alta al sentir como acaba de mentir.
Rápidamente sus caderas se echan un poco hacia delante arrastrando consigo mi camiseta, no obstante, una milésima de segundo más tarde, me percato como su respiración entrecortada roza mi oído.
-Vámonos chucho-
Niego rotundamente con la cabeza antes de responder con decisión.
-Este es mi hogar, deberías volver al tuyo- añado antes de voltear ambos cuerpos a la vez, cayendo encima suya y ella debajo con cierta torpeza por sus piernas que siguen rodeando las mías -Dame una simple razón para que vuelva-
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Pacto hostil [ESCRIBIENDO]
RomanceSi supieras que la muerte te acecha a cada instante y no supieras de quien se trata, ¿que harías? Es el caso de Katie Miller. Todo empezó a sus diecinueve años, cuando se topó con un chico muy peculiar, ambos con un cabello azabache, mirada petrific...