𝐌𝐚𝐢𝐝 | Kookmin os.

Capítulo Único.

Jimin amaba su trabajo como editor de una revista importante, tener que redactar era algo que le encantaba, buscar las palabras adecuadas para atraer al público y tener que romperse el bocho para llegar a conseguirlo, si definitivamente amaba eso. Si bien algunas veces terminaba súper cansado, eso no quita el hecho que disfrutaba hacerlo. Las horas laborales no estaban mal, siempre trataba de terminar a las ocho como mucho, aunque algunas veces tenía que quedarse más de la cuenta pero no le importaba.

Allí se hizo un grupito de amigos que lo acompañó por mucho tiempo, estaba muy feliz de tenerlos. Por ahora compartía cubiculos con Taehyung y Yoongi, ya que tanto como Hoseok al igual que Namjoon estaban en otra area. Al principio lo desánimo un poco, pero no podía hacer nada, trabajo es trabajo. Lo bueno es que se veían en los descansos.

Su departamento no quedaba tan lejos de la editorial, solo necesitaba tomar un tren y ya llegaba. A veces era complicado por el horario pico, le fastidiaba demasiado la gente, de igual froma no podía hacer nada contra ello.

Pero hoy era un día diferente —además de ser lunes— tenía que cumplir una apuesta que había perdido por culpa de su amigo Namjoon y por creer en él.

La cosa es así, habian apostado con Hoseok, Taehyung y Yoongi que Namjoon no se  atrevería a declararse a Seokjin teniendo tiempo hasta el lunes, si Nam no se declaraba hasta dicha fecha, el perdedor se tenia que vestir de maid un día entero.

Bueno, el rubio siempre apostó al amor y que todo iba a fucionar entre esos dos. Dándole consejos a Nam de que fuera valiente, que bajara a decirle a su amor destinado que gustaba de él, en parte para no perder la apuesta y en otra parte para que por fin pase algo entre esos dos.

Claramente Jimin mucha suerte no tenía y Namjoon no tuvo el valor para declarase a Jin, por lo cual...

Tenía que vestirse de Maid.

Mira por última vez el estúpido traje que sus comprañeros le dieron y suspira.

Ya esta, la vida es una.

🎴

No se hicieron esperar las caras de extrañeza y sorpresa cuando se subió al tren con ese traje. Estaba tan apenado que simplemente miró el piso, solo quería que el viaje terminara rápido.

Un punto a favor de Jimin es que en el trabajo no les importaba como ibas vestido, si bien no podías ir en pijama, con que estes algo formal, estaba bien. Eso si, los días de junta todos tenían que ir con traje y corbata sin excepción.

Hoy no era día de junta, por suerte.

Llegando a las puertas de la editorial entra como un rayo al ascensor, suspirando cuando nota que nadie lo vio. Si bien no iban a molestarlo por lo del traje, obviamente le daba vergüenza y obviamente iba a traer miradas de curiosidad, lo que ponía nervioso a Jimin. Observa los zapatitos negros que decidió usar para combinar con el traje y los mueve un poco, riendo al final.

Acomoda mejor la bincha de su cabeza y las medias largas las cuales abrazan sus muslos gorditos.

Ahora si, sale de la caja metálica cuando las puertas se abren en su piso y camina tranquilo hasta llegar a su cubículo correspondiente, queriendo sorprender a sus compañeros.

— Buenas tardes, caballeros. — Hace una vocecita más suave cuando se para al lado de Taehyung, este concentrado en la lectura no le presta tanta atención. 

— Oye Tae, te estan hablando.— Murmura Yoongi a su costado, con una leve sonrisa de maldad al reconocer a Jimin.

— ¿Qué? O si ¿En que te puedo ayu-...— Sus palabras se quedan atoradas en su boca y mira, en realidad escanea al rubio por completo, sin darse cuenta quien es todavía.— ¿Acaso me acabo de morir y estoy viendo un ángel?— Balbucea, Yoon comienza a reír mientras Jimin golpea su nuca. — Auch!