ʚ∘╲𝙰𝚖𝚊𝚙𝚘𝚕𝚊𝚜༉° ꒰𝙺𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗꒱🌺

Unique🌺🍃

Elegante, hermosa, fina, tierna, esas y otras características son las que claramente definían al Omega Park Jimin, o como muchos suelen llamarle Minnie, si hablamos enserió es muy difícil encontrar a alguien tan bello en el mundo o más bien en este mundo, aquel que los asesinatos son constantes debido al narcotrafico que abundaba en su ciudad pero a pesar de todo siempre había momentos de felicidad y mucho más si la primavera se acercaba.
Oh, jimin amaba tanto esa época del año, donde las flores de todos los árboles resaltaban su hermosa belleza alzándose en alto en cada ramita de estos, o como podía encontrar los bosques repletos de flores coloridas adornando el mundo con los diversos colores del arcoiris, tan hermoso.
Pero sin duda había una flor que a él pequeño jimin le llamaba la atención y podría decirse que era una de sus favoritas; Las hermosas amapolas rojas, las adoraba con su alma. Tanto que en su pequeña cabaña donde actualmente vivía tenía un jardín repleto de estas en diferentes partes adornandolo de forma muy hermosa, claramente también tenía Tulipanes, margaritas, rosas blancas y rosas rojas pero no podían faltar las amapolas, claro que no.

—Bien..Ahora si bonita —Rie de forma pequeña— Se libre pequeña.

La puertita de una pequeña jaulita fue  abierta por las delicadas manitos de jimin dejando libre así a un pequeño conejito, el cual había encontrado en el bosque demasiado herido y que cuido hasta que se recupero por completo. Este pequeño animalito salió corriendo una vez fue liberado pero no por miedo sino porque de seguro su bella mami y papi lo estarían esperando con ansias, o bueno, eso pensaba jimin.
El pequeño pelirubio dio un suspirito para adentrarse de nuevo a su pequeña cabaña siguiendo así con el suéter que estaba tejiendo, tomó las agujas y siguió con su labor sacando levemente su lengua hacia un costado debido a la concentración, no lo culpen era un pequeño hábito.
Normalmente jimin siempre fue alguien que le gustaba estar solo, aunque tenía a sus amigos de la escuela pero no era de visitarlos mucho, ni ellos a él ya que este dejo sus estudios luego de que sus padres adoptivos fallecieran en un accidente de auto dejándole solamente esa cabaña en la que vivía, no le molestaba y mucho menos le dolia su muerte, ya que siempre lo despreciaron por aquella condición física que el pequeño portaba desde que nació, algo con lo que claramente el no había elegido nacer pero por algo el destino se lo otrogo a él y solo a él.
Es decir, para que entiendan un poco más, Cuando jimin se encontraba en el vientre de su madre biológica no sabían identificar su género porque en un principio pensaron que era un niño pero al nacer notaron que todas su facciones eran las de un bello niño pero sus partes íntimas eran las de una mujer, en vez de portar un  miembro, portaba un lindo coñito rosado y con el paso del tiempo en vez de tener pectorales, unos hermosos, blancos y grades pechos le crecieron, ganándose así injustamente el odio de sus padres biológicos, los cuales no tuvieron más opción que darlo en adopción a un orfanato donde creo que esta de más decir que lo trataba incluso peor.
Poco a poco el pequeño minnie fue aprendiendo a valerse por si solo, dándose cuenta de que era sumamente hermoso y único en el mundo, aprendió a limpiar, a tejer, a cocinar, hasta aprendió un poco de defensa personal. Cuando logro salir de ahí la verdad no sabe que hubiera sido mejor, si quedarse ahí adentro hasta poder cumplir la mayoría de edad he irse solo o aceptar a aquella familia que lo había adoptado. Claro esta que acepto a la familia, la cual lo trataba igual que todos, no les ganó ningún cariño, es más les tenía muchísimo despreció pero debía fingir que los quería y apreciaba así se ganaba un poco del amor de esa abuelita, la cual apenas lo vio quedó encantada con el pelirubio, y así fue. Cuando sus padres adoptivos fallecieron, el pequeño fue enviado a esa cabaña donde actualmente vivía con su abuela o más bien como el la llamaba, su Nana.

—Minnie...Pequeño te estoy hablando corazón —Sonrie.

Jimin salió de sus pensamientos dirigiendo su mirada a esa hermosa voz, sonrió de forma tímida notando que su Nana le estaba hablando hace ya un buen tiempo.