¿Por qué es tan rara?
¿Por qué se tapa los brazos?
¿Por qué nunca habla?
¿Por qué no deja que la toquen?
¿Por qué mueve mucho las manos?
¿Por qué oculta su cuerpo con ropa ancha?
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«No pasó a mayores, deja el drama»
«Estás llena de cicatrices e...
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24 de agosto 2022
Alexa
Me corté, otra vez lo hice.
¿Por qué es mi única salida? ¿Por qué me sigo haciendo daño? ¿Por qué? Estoy harta. Mis brazos arden demasiado, las otras cortadas aún no sanan como se debe. ¿Qué haré luego? Quiero morirme, de verdad quiero hacerlo. ¿En serio siempre haré esto? ¿Seguiré haciéndome daño?
Salgo a mi balcón, llevo mis audífonos conectados a mi celular, escuchando Loner de Maggie Linderman con los ojos aguados y rojos de tanto llorar. Como me odio a mi misma por hacerme esto, ¿qué puedo hacer?
Yeah, I'm a loner And I like it that way I like a dark room With nobody but pain And I don't need permission to feel sad And don't need no witness to have my back 'Cause I'm a loner And I like it that way And I like it that way
Me dirijo a la baranda, para apreciar la noche. Llevo mis pantuflas de unicornio, las estrellas están muy brillantes. Son hermosas, quisiera ser una algún día, sería fantástico ¿no? Ser una preciosa estrella que brilla por la noche. Cierro los ojos unos instantes, pero casi grité cuando siento una mano en mi hombro. Me giré rápidamente, Jake me miró asustado.
Me quito los audífonos de las orejas para mirarlo mejor.
—¿Estás loco? —frunció el ceño —. Casi me matas de un susto...
—¿Has llorado? ¿Te sientes bien? —me quedo en silencio sin saber qué responder.
—¿Por qué me haces esas preguntas? ¿Qué haces en mi balcón, Rubio? —ignoro lo que me dijo.
Lleva un mono de dormir, está descalzo y sin camisa. Su cabello rubio se revuelve por la brisa de la noche.
—No evadas mis preguntas, Lex. ¿Qué tienes? — aparté la mirada.
—Estoy bien, solo tengo alergia...
—¿Crees qué soy idiota que voy a creer lo que acabas de decir? Sé muy bien que estás mintiendo, bonita —asegura en tono serio.
—Vale —le paso por un lado para ir directo a mi habitación.
—Si quieres... puedo acompañarte a mirar el cielo —me detuve en seco, lo miro sobre mi hombro —. Está muy bonito por cierto, igual que tú —desvió la mirada al cielo.
