ANTHOLOGY | Traducción ✔

Capítulo #13; Arañas

Resumen: Hermione parada en una mesa esperando que Draco mate una araña por ella. (No podía imaginar a Hermione teniendo miedo de las arañas, así que lo invertí).
Advertencias: arañas

[...]

Él no aparece cuando ella entra por la puerta. Tampoco está en la biblioteca ni en su estudio.

—¿Draco?

—Aquí arriba.—Su voz flota por las escaleras con una calidad indefinible que Hermione no puede precisar.

Ella sube las escaleras lentamente, con la varita en la mano, hasta que llega a su habitación. La puerta está ligeramente entreabierta.

Ella duda por un momento. Las probabilidades actualmente están divididas en partes iguales. Ella lo empujará para abrirlo y lo encontrará esperándola, adornado con chocolate, o lo descubrirá a punta de varita mágica por mortífagos vengativos.

Es casi imposible predecir algo cuando se trata de Draco Malfoy.

Ella toma una respiración profunda y mueve su varita, abriendo la puerta.

Él no está desnudo.

O tomado como rehén.

En cambio, lo encuentra parado casualmente sobre una mesa auxiliar precariamente pequeña en el medio de la habitación.

—Ah, estás aquí.—dice como si su ubicación actual fuera normal.

Ella lo mira por varios momentos en silencio.—¿Qué estás haciendo?

Él arquea una ceja aristocrática y la mira por encima del hombro.—Vivo aquí, la última vez que lo comprobé. Creo que la escritura de esta casa me incluye como su poseedor. Puedo pararme donde quiera.

Hermione suspira y mira alrededor de la habitación.—¿Dónde está?

—¿Dónde está qué?

Hermione levanta una ceja por su cuenta.—La araña. ¿Dónde está?

—¿Qué araña? No hay araña. ¿Acaso un hombre es incapaz de pararse en su propia mesa auxiliar...?

Hermione pone los ojos en blanco y lanza un encanto de señalarme, mientras Draco se vuelve elocuente sobre los derechos y la libertad individuales, repitiendo como un loro todos los puntos de conversación favoritos de Hermione de las muchas ocasiones en que lo ha sermoneado.

Hay una araña cardenal al acecho debajo de la estantería.

—Draco, no es nada.—dice mientras se arrodilla y se mete debajo, atrapándolo suavemente.—Es completamente inofensiva.

—Es enorme.—Draco suena como si estuviera siendo estrangulado hasta la muerte.

Hermione se pone de pie y la araña se escabulle rápidamente alrededor de su mano mientras se gira para mirar a Draco de nuevo.

—¡Oh, mierda! Por favor, no vuelvas a hacer eso. Mátala. Por el amor de Dios, es una araña, se supone que debes matarla. ¿Por qué siempre tienes que dejar que te trepen?—Entierra la cara entre las manos y la mesa auxiliar se tambalea peligrosamente.

—No siempre dejo que se me suban encima. Es inofensiva.—Mueve su varita y la araña levita en el aire mientras la envía por la ventana abierta hacia un árbol cercano.

—Ya se fue y nadie murió.—Cierra la ventana y vuelve a mirarlo.—¿Sigues ejerciendo tu derecho a pararte en la mesa auxiliar, o bajarás ahora?