Yo me amo así:
con el ojo bizco
y la mirada perdida,
con la nariz puntiaguda
y los labios secos,
con mis vicios
y mis mañas,
con las ganas que tengo
aveces
de no hacer nada
y no ser nada
y solo escribir
y llegar a nada.
Yo me amo así,
y estoy seguro de eso,
porque si pudiera verme
en persona,
en carne
y hueso,
yo mismo,
a mi mismo,
me haría el amor.