Menos que cero

Capítulo 12: Máxima magia

Menos que cero de Kenchi618
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Kenchi618: Descargo de responsabilidad no soy dueño de DC. Aconsejo a cualquiera que vea Jurassic World que lo haga borracho. Es mucho más interesante.

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Sentado en una de las estaciones de computadoras en la biblioteca más cercana a su casa y escuela, Max miró las páginas del cuaderno frente a él. Le había pedido a Rose que sacara copias de las marcas que habían visto en el segmento de la tableta mágica que tenían en su poder.

A partir de ahí habían salido a intentar encontrar algún tipo de herramienta de referencia que les ayudara a aprender más sobre lo que tenían. Era una posibilidad remota, y el resultado más probable de todo esto sería que no encontrarían nada y el estúpido pedazo de roca se quedaría en el escondite secreto de Max, acumulando polvo hasta que llegara el momentop.

Si bien no era la forma ideal de Max de pasar una tarde entre semana, no tenía nada más que hacer. Y un deseo parecía que valdría la pena el esfuerzo de investigación.

Si nada más, probablemente aprendería algo nuevo. Claro, probablemente era algo que nunca usaría, pero bueno, ¡aprender era fundamental!

"Haah..." Max dejó escapar un gemido exasperado y cerró su cuaderno de golpe. Esto era inútil. Si Internet no pudo resolver sus problemas, ¿qué podría? Empujó su silla lejos del escritorio con el pie sobre la mesa, hacia el espacio abierto de la biblioteca, "¿Y la gente realmente hace cosas como esta para ganarse la vida? Dios mío, esto es aburrido".

¿Por qué tenía que ser tan difícil y peligroso tratar de encontrar el camino rápido y fácil hacia la cima? ¿Eso no anuló el punto de que incluso hubiera una manera fácil?

Todo lo que tenía que hacer era pensar en el dinero... o lo que fuera que terminaría deseando. Porque el simple deseo de ser asquerosamente rico no parecía ser lo suficientemente tremendo como un deseo gratuito.

"¿Max?"

Al escuchar que alguien lo llamaba, el ladrón encubierto miró hacia el escritorio principal de la biblioteca para ver a Bárbara de la escuela, esperando mientras el empleado verificaba el estado de los libros que estaba devolviendo. Ella saludó y comenzó a caminar hacia él para hablar.

Presa del pánico, Max miró la estación de su computadora con el rabillo del ojo y le devolvió el saludo: "Oye. ¿Qué pasa, Barb?". Bajo la cobertura del gesto amistoso, manipuló magnéticamente su pluma estilográfica para mover el mouse a 'x' fuera de su navegador de Internet.

Más vale prevenir que curar en este caso.

Dudaba que ella supiera lo que había en la pantalla o cuál era su propósito, especialmente porque ni siquiera había encontrado lo que estaba buscando. Pero no tenía ninguna excusa planeada, y realmente no tenía ganas de distorsionar la verdad a uno de los pocos amigos que tenía.

"No pensé que alguna vez te vería en la biblioteca de todos los lugares", dijo Bárbara. No es que Max le pareciera tonto, después de todo, sus notas se habían disparado en los últimos meses. Pero se mantuvo tan ocupado tratando de llegar a fin de mes. La mayoría de la gente de su año sabía que él había estado trabajando a tiempo parcial casi sin parar. No habían oído nada al respecto en meses, pero aún era de conocimiento común, "Supongo que tienes que encontrar el tiempo para estudiar en algún momento, ¿eh?"

"Lo haría en mi casa, pero la conexión inalámbrica de mi complejo de apartamentos apesta", dijo Max encogiéndose de hombros. "probablemente aquí sea más rápido".