CAPÍTULO 4.

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Taehyung ingresó al Almacén con el conejo entre sus brazos y bien acurrucado contra su pecho. El resto de su escuadrón de Alfas ya estaban esperando su llegada. Entonces bufaron cuando lo miraron con su invitado en brazos.
 
—Buenos días a todos— saludo taehyung sintiendo como el conejito blanco restregaba sus ojeras en su pecho al irse acercando al resto de Alfas. —Espero que hayan descansado bien.
 
Todos habían asentido una vez taehyung tomo asiento y empezó a acariciar el suave pelaje del pequeño conejo.
 
Jimin se había tomado la molestia de ordenar un café para todos, así que le entregó el suyo a taehyung y también una bolsita plástica llena de zanahorias frescas a pedido de este anteriormente para su bonito amigo conejo.
 
El Omega alimento primero a su conejo entregándole una zanahoria en sus patas, la cual empezó a comer muy entusiasmado.

¡Cuanto le gustan las zanahorias frescas!
 
—Tengo malas noticias taehyung— hablo Jimin dirigiéndose a todos los presentes. —Según el reporte noticiero la mansión de los Jeon fue urtada y la desaparición de un familiar del imperio está en todos los medios.
 
Yoongi, Namjoon, hoseok, Seokjin y Jimin, mantuvieron la vista en el conejo blanco que se alimenta en el regazo de taehyung, luego todos pusieron su atención en el Omega esperando una breve explicación de lo sucedido.
 
—¿Qué?— interrogó kim a la defensiva.
 
Jimin gruño logrando llamar la atención del conejito quién movió sus bigotes disgustado por el atrevimiento de ese chaparrito.
 
—No somos secuestradores taehyung— recalcó Jimin. —Tienes que dejar ir a ese conejo considerado según los Jeon como su familiar.
 
Con la frente fruncida taehyung negó convencido.

—No lo haré y hasta aquí se terminó la conversación Park.
 
Refunfuñando Jimin se cruzó de brazos, luego tecleo algo en su computadora y se entretuvo en ella sin dirigirle la palabra a Kim.
 
Taehyung se tomó el tiempo de acariciar al conejo blanco y alimentarlo con más zanahorias frescas. Siempre había deseado cuidar mucho de una mascota para que le brindara alegría a su vida monótona y aburrida. Su apartamento necesitaba una figura como huésped para darle un ambiente más colorido.
 
—¡Taehyung!— lo llamo Jimin logrando su atención inmediata. —Los Jeon están moviendo el oro.
 
Jimin proyecto la pantalla principal de su computadora con las demás pantallas que estan frente a ellos. Observaron con atención como todos los miembros del ejército ayudaban en la tarea de movilizar los lingotes de oro de la habitación donde había sacado taehyung al hombre cambia-forma.
 
Por un carajo, ¿Hacia donde trasladaban el maldito oro?
 
—Se esta complicado cada vez más este robo taehyung— comentó Namjoon presto en limpiar un maneral entre sus manos.
 
El Omega pensó mientras observa como realizar la mejor estafa sin que los Jeon vieran cuando sucedió. Ellos le habían quitado la libertad a un miembro de su propia sangre, entonces él le quitaría el valioso oro que almacenan tan celosamente.
 
Era justo ¿no?
 
Cuando todos miraron que los soldados militares dejaron la habitación una vez hayan sacado los últimos lingotes de oro, fue el momento en que taehyung se puso de pie con el conejito en brazos.
 
—Tengo un plan— hablo taehyung, entonces señalo a Jimin. —Muéstrame las cámaras de la entrada, si están moviendo el oro, no lo van hacer en su misma mansión. Ellos lo llevarán hacía otro lado.
 
El Alfa Park hizo lo ordenado, tecleo en su computadora y le mostró la imagen de la entrada donde justo en esos momentos iban saliendo tres camiones blindados del mismo tipo, además van fuertemente custodiados por soldados militares en motocicletas y camionetas. Aparte llevan un helicóptero que guía a los demás militares que custodiaban los lingotes.
 
—Bien– suspiro taehyung. —Jimin, quiero que te infiltres en el sistema de la policía de tránsito, en el departamento de control de semáforos y lo hackers para guiar los camiones hacía la ruta del ferrocarril subterráneo.
 
—Entendido.
 
—Namjoon— taehyung señaló al nombrado.—Consigue un cabezal con su chasis que pueda sujetar a su costado una lámina de acero como plancheta. Estaciónalo justo enfrente del banco que asaltamos el año pasado.
 
—¿El que esta en la superficie del ferrocarril subterráneo?
 
—Sí.
 
—Entendido— Namjoon asintió, tomo su chaqueta negra para salir del almacén a realizar la orden.
 
—Seokjin— señaló al Alfa mayor. —Consigue los explosivos suficientes para destruir la carretera con las dimensiones 3.25 de largo x 2.15 de ancho. Lo vas a instalar justo enfrente del banco a lado izquierdo donde Namjoon estacionara el cabezal.
 
—Entendido— dijo Seokjin para realizar el mismo procedimiento que Namjoon al tomar su chaqueta y salir del Almacén.
 
Ahora taehyung observó a Yoongi y a hoseok.

—Ustedes preparen los tres vehículos junto con los instrumentos para abrir la caja fuerte. Nos vamos en breve.
 
Los dos Alfas asintieron y se fueron hacer lo pedido. Mientras tanto taehyung apretó su auricular en su oreja para transmitir una información importante a su equipo.
 
—Recuerden chicos que el tiempo es oro, hagamos esto rápido antes que los camiones lleguen a la avenida 13— se giró hacía Jimin. —Park, toma el peso de los tres camiones individuales cuando lleguen a la avenida 06. El más pesado es el nuestro.
 
—Correcto.
 
Entonces taehyung se concentro en el conejito blanco que con curiosidad movía sus bigotes blancos y miraba al Omega con mucho entusiasmo. Taehyung sonrió y beso la naricita del animal quién brinco contento.
 
¡Él quería otro beso!
 
—Eres un maldito puerco Kim— comentó Jimin sin dejar de mirar y teclear en su computadora. Taehyung solo le gruño disgustado. —Apestas a Alfa, un jodido Alfa te marcó con su olor taehyung ¿Te revolcaste con uno ayer, mojigato?
 
Taehyung desconcertado solamente negó, esa era una vil mentira. Mientras él no lo permita no se dejaría meter la polla de un Alfa en el culo.
 
—No— negó taehyung. —Anoche solo cené y me fui a la cama.
 
Jimin se le quedó mirando con una ceja arqueada.

—Yo no me chupo el dedo taehyung. Ese chupete en tu cuello me confirma que te acostaste con alguien.
 
¿Qué él qué?
 
El Omega de inmediato bajo su mirada hacia el conejo blanco entre sus brazos ¿No podía ser posible? ¿Verdad?

Ante su escrutinio el conejo dejo de restregar sus orejitas en su pecho y lo quedó viendo con atención. Entonces fue ahí donde Kim recordó que ese indefenso amigo era un hombre guapo cambia-forma en estado de Celo.
 
¡Por una mierda! ¿Él no fue, verdad?
 
Como si el conejito lo escuchara y comprendiera que lo estaba reprendiendo con la mirada tapó sus ojos con sus largas orejas para ocultarse de la vista del Omega.
 
¡Yo no fui, no me mires a mi!
 
—Bueno...— taehyung carraspeo. —No es de tu incumbencia.
 
Jimin bufo.

—Tengo tu camión taehyung, es el de matrícula 130613.
 
—Divídelos en caminos diferentes y guía nuestro camión a la avenida 13— taehyung colocó al conejo encima de la mesa donde está el armamento mientras se colocaba un chaleco antibalas y ponía dos armas en sus respectivas fundas. —Yoongi y hoseok es hora de irnos—informó a través de su audífono. —Jimin, hazme un grandísimo favor, cuida a mi conejito por mi.
 
—Taehyung...
 
—Por favor— le suplico con la mirada. —Solo mientras regreso, él no puede venir conmigo.
 
Jimin gruño pero luego asintió resignado.
 
—Bien— taehyung dijo para luego tomar entre sus manos al conejito y besarle la nariz. —Pórtate bien amigo, no demorare mucho.
 
Kim volvió a besar su tierna nariz para luego producir sus propias feromonas dulces y marcar a conejito con su olor. El pequeño había cerrado sus ojos feliz de ser llenado con esa esencia deliciosa.
 
Taehyung paso a poner al conejo en una silla con una colcha debajo de él.

—Deséame suerte, Alfa.
 
luego lo dejo solo, taehyung se había retirado del Almacén junto con los otros dos Alfas.
 
Quedando Jimin a su cuidado.
 
¡No le agradaba ese chaparrito!
 
Entonces paso lo que Jimin creía imposible, él fue testigo de cómo el conejo blanco se había transformado en un hombre grande y musculoso, mucho más alto que Namjoon.
 
Un Alfa macho cambia-forma conejo.
 
Jimin quedó estupefacto cuando el hombre le habló.
 
—Vuelve a gruñirle a mi Omega y te la verás conmigo, bajito.

  —Vuelve a gruñirle a mi Omega y te la verás conmigo, bajito

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