CAPÍTULO 6.

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Jungkook se encuentra detrás de taehyung escondido en su espalda mientras mira desconfiado a los cinco Alfas en el Almacén, cada uno mira a Jungkook con la frente fruncida en completa molestia.
 
Taehyung permanece con el rostro inexpresivo y los brazos cruzados atento en cuidar al hombre conejo. Hace algunos minutos cuando recién ingresaron al interior del Almacén cada uno de sus colegas habían bajado de los vehículos con la sangre hirviendo en sus venas en completa molestia.
 
Yoongi fue el primero que localizó a Jungkook en el local y no había perdido tiempo en lanzarse encima del cambia-forma con el objetivo de lanzarle un puñetazo en el rostro por el atrevimiento que tuvo de hacerle mostrar sumisión con su puta voz de mando. Eso había sido una ofensa a su jerarquía alfa, no obstante, Yoongi no logró golpear a Jungkook por que fue inmediatamente detenido por taehyung, el Omega se había ubicado enfrente de Jungkook para protegerlo, siendo consiente que el hombre conejo era más que capaz de defenderse el solito.
 
Carajo, Jungkook era un hombre jodidamente grande, fuerte y dominante. Por supuesto que el Alfa no necesita que taehyung lo protegiera, no, joder que no, pero aún así el hombre conejo ronroneaba  encantado por ser protegido por Kim.
 
Jungkook admiró tanto la manera en la que su Omega demuestra control y orden, logrando que los cinco Alfas no dieran ni un paso hacía ambos. El Alfa conejo movía ambas de sus orejas y pompón emocionado por el privilegio de ser el macho que el precioso Omega estuviese defendiendo con agallas.
 
—¡Por una mierda, taehyung! ¡Apártate de mi camino!— gritó de Yoongi, tan molestó que sus puños ya habían tomado un color rojizo por la manera tan violenta de apretarlos.
 
Pero aun así, taehyung no dio un paso atrás, tan obstinado le gruño en respuesta a Yoongi. Taehyung siente la responsabilidad de proteger al hombre conejo ante cualquier indiferencia con sus colegas. Justo desde el momento que tomó la decisión de sacar a Jungkook de la mansión Jeon siente que tiene la obligación de cuidar mucho al Alfa.
 
Basta de hacerle más daño que los años que vivió con esa patética familia. El hombre conejo merecía amor y cariño como todo ser humano. Kim cuidaría al hombre conejo y le daría amor, protección y cariñoso. Tenía que pensarla dos veces la persona que quiera hacerle daño.
 
—Yoongi, cálmate— taehyung habló lo más calmado que pudo, no quería aumentar más tensión en el ambiente. —No lastimaras a Jungkook por algo que su instinto lo obligo hacer.
 
De echo absolutamente toda la población del siglo XXI tiene conocimiento gracias a la preparatoria que la antigua población de cambia-formas que una vez existió eran más poseedores en su singular genética ciertas emociones dominantes motivadas por el fuerte instinto que estos individuos poseían.

Siempre se caracterizaron por ser unos seres extraordinarios al confiar al cien por ciento en sus instintos. En la antigua época de cambia-formas era completamente imposible que una persona desconfiara del instinto y tomaran decisiones solamente con la razón. Confiaban tanto en sus intelectuales talentos como cambia-formas que actualmente actuar sin el uso de razón era visto totalmente descabellado, taehyung tenía conocimiento de ello, Jungkook tiene en su genética la confianza al cien por ciento en su instinto, así que actuaría conforme su instinto le indique la mejor forma de actuar.
 
Lo había demostrado ya en varias ocasiones, el echo de que Jungkook le suplicara que se lo llevara de la mansión Jeon fue motivado por su instinto, él estaba en peligro en esa casa y la mejor opción que tuvo fue darse como tributo a taehyung.

Decirle que sería un buen Alfa obediente le confirmo al Omega que Jungkook se había jurado permanecer a lado de taehyung como muestra de gratitud por su petición. El Alfa tenía una deuda con el Omega y la mejor forma de devolverle el favor fue ofrecerse así mismo.
 
Taehyung no sabía cuán fieles eran los Alfas cambia-formas al tomar una decisión como esa. 
 
Otra demostración de su confianza en su instinto fue cuando Jungkook anhelo tanto a taehyung en su estado de Celo, hasta el punto de utilizar sus dominantes feromonas para atraerlo, y vaya que lo hizo tan malditamente bien que con tan solo recordarlo a taehyung se le escurre almizcle de lubricante de su agujero.
 
Jungkook era peligroso, un gran peligro con sus fuertes feromonas dominantes.
 
Además, taehyung no pasa por alto otro detalle aún más inaudito y es el hecho de que Jungkook lo haya protegido de los gritos verbales de Yoongi, le termina de confirmar que el Alfa lo cuidaría de cualquiera que considere una amenaza para él, que es la persona a la quien se entregó voluntariamente.
 
A su dueño, su salvador.

Jungkook lo consideraba su Omega.
 
Jodido infierno.
 
¿Como fue que había pasado todo eso tan rápido?
 
—¡Ni que instinto ni que mierda! Para la próxima si él vuelve a utilizar su puta voz de mando en mi, le partiré su estúpida cara— amenazó Yoongi antes de girar en sus talones y marcharse hacía las afueras del Almacén.
 
Una vez reino el silencio el resto de Alfas se observaron entre sí, taehyung desafío con la mirada a cada uno de los Alfas restantes a que dijeran otra cosa en contra del hombre conejo. Pero no lo hicieron, todos se retiraron hacía el siguiente local dentro del Almacén donde esta ubicada una sala de billar y un mini bar que poco a poco fueron construyendo.
 
Taehyung y Jungkook fueron los únicos en el sitió así que el Omega pudo respirar con tranquilidad sin la desconfianza de que en cualquier momento ellos fueran atacar al hombre conejo.
 
Kim se estremeció cuando fue consiente de la dominante y gran figura detrás de su espalda, provocando que se tensara nervioso. Jungkook tiene una poderosa manera de hacerle sumiso con solo su presencia.
 
El Omega soltó un suspiro, giró en su talones para observar al Alfa Jungkook.

Maldita genética Jeon por crear a tan sensual hombre.
 
—No le des mucha importancia, Yoongi es así de malhumorado— taehyung dijo y le sonrió a Jeon, este no evitó mover sus orejas Blancas al igual que su pompón emocionado.

Por cierto el hombre conejo al menos tuvo la iniciativa de cubrirse con la colcha donde el Omega lo había dejado sentado. Jungkook no tiene ropa en ese local, así que tiene que soportar por el momento tener esa colcha cubriendo de su cintura hacía abajo.
 
—Omega— Jungkook brinco un poco en sus pies, no tanto como le gusta hacerlo y podía en su forma animal, el Alfa sonrió contento y ronroneo mientras abrazo a taehyung y escondió su cara en el cuello del Omega para empezar a restregar su nariz ahí y bombear feromonas para marcarlo.
 
Tal y como lo hace en su forma de conejo.
 
Taehyung sonrió besando una mejilla de Jungkook.
 
—Hora de irnos a casa Jungkook.
 
Joder sí, Jungkook celebró.

Tiene una jodida erección entre las piernas que le dolía, así que espera tanto que taehyung se duerma apenas llegue a casa para que él pueda embadurnar el cuerpo del Omega con su esperma.
 
Si, él aún está en estado de Celo deseando mucho llenar a Kim con su polla y preñarlo.
 
Taehyung se separó del abrazo, un gruñido en protesta se escuchó de Jungkook, con la frente fruncida camina detrás de taehyung de hecho era guiado con la mano por el Omega hasta una camioneta negra. Su semblante caprichoso fue borrado de sus facciones una vez taehyung le ofreció una deliciosa zanahoria fresca.
 
¡Él ama tanto las zanahorias frescas!
 
Jungkook subió de copiloto en la camioneta, así una vez sentado empezó a degustar su alimento rico en vitaminas mientras taehyung le coloca el cinturón de seguridad.
 
Taehyung notó lo jodidamente precioso y sensual que era el Alfa con ese pecho fornido a la deleite vista de sus ojos, fue difícil eliminar la tentación de palpar con sus manos esa preciosidad de hombre, pero antes de seguir su deliberado deseo fue interrumpido por una llamada en su auricular.
 
—¿Sí, Jimin?— contestó, cerrando la puerta del copiloto para luego rodear el vehículo y ingresar al asiento de piloto. El Alfa detrás de la llamada había murmurado algo que logró que taehyung asintiera aunque no lo viera. —Por supuesto, hazme el favor de dividir el oro y entregar lo que le corresponde a cada uno, envíame el mío hasta mi apartamento. 
 
Una vez Park terminó la llamada, taehyung se quitó el auricular de la oreja para colocarlo en la guantera, ahí notó que Jungkook lo observaba. Entonces le sonrió y el Alfa le regreso el gesto, notando también que el hombre conejo ya había terminado de comer la zanahoria que le había dado.
 
—¿Tienes más hambre?— taehyung le interrogó, lograron un asentimiento por Jungkook. —Bien, llegaremos cuanto antes a casa para alimentarte.
 
Jungkook gruño, era otro tipo de hambre que tiene en cada fibra de su enorme cuerpo. Pero el Omega no tenía por qué darse cuenta de eso ¿Oh sí? ¿Le ayudaría en eso también?
 
Rogaba por que la respuesta fuese sí. Por que Jungkook tiene la urgencia de llenarlo con su esperma no más llegar a casa, el territorio del Omega.

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