Capítulo 4: Me va bien, gracias

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Delia/Blue POV

La noche pasó de una manera muy rápida, ya que me la pasé jugando a juegos de la Nintendo DS entera, en concreto al Mario Kart. Y en lo que pareció media hora, el reloj ya marcaba las siete de la mañana.


Decidí mover el culo en cuanto el sol me dio directamente en la cara, haciendo que me levantase del sofá gris y azul dirección baño.


Me quité el pijama y toda la demás ropa y me metí en la ducha, que aunque no me fuese necesaria, echaba de menos sentirme normal, y también sentir cansancio, y dolor, y quizá también la resaca. Y la borrachera.


Una de las peores cosas era el beber y no emborracharse. Era terrible.


Salí de la ducha oliendo ligeramente a coco y chorreando, y sorprendentemente, no necesité toallas para secarme, ni secador para mi pelo, en el tercer segundo que el agua acababa de dejar de pasar por mi cuerpo, este se empezó a secar solo, echando una especie de vapor de color azul, no gris, como el vapor normal.


Sí, eso era guay, así que empecé a ponerme la ropa interior sin preocuparme de que su fuese a mojar.


Mi móvil empezó a sonar en la mesita de noche, alejado de mí, y entonces me decidí a cogerlo, más de doce mensajes y dos llamadas perdidas. No sabía que era tan popular.


Empecé a leer los mensajes uno a uno, habían seis de Tony, que volvía a preguntarme si podría utilizar esos poderes míos para darle poder a varios objetos. Ignoré los mensajes al igual que sus chistes malos, pasando a otros mensajes.


Dos de Fury, citándome en el Triskelion a las ocho de ese mismo día, mensajes de hará varias horas, y yo no me había enterado por culpa de la maldita videoconsola.


Luego pasé a otro bastante bien escrito, de Steve, como no, era el único que escribía bien con su teléfono, sin faltas y con un vocabulario muy... peculiar. Me paré cuando analicé el mensaje.


Misión completa a medias, ten cuidado.


¿¡Cómo que ten cuidado!?


Por ahora no me había pasado nada, y el mensaje era de las cuatro de la mañana... Madre mía, en qué me habrían metido esta vez. Bueno, quizá me había metido yo sola, por eso de ser la cosa más poderosa del universo y tal, nada preocupante.


Me tiré en la cama y suspiré, con una mano en la cara, hubiese sido mejor no decirme nada, en vez de avisarme de que tenga cuidado, ahora estaría paranoica durante lo que quedaba de semana.


Decidí vestirme, y salir hacia el Triskelion, todavía quedaban cincuenta minutos para ver a Fury, y podría llegar pronto. Abrí la puerta que daba a mi armario, si, una habitación dedicada a armario, con toda la ropa y los zapatos que necesitaba, cortésmente cedidos por el truco de teletransportarse.


No solía hacerlo, pero cuando me aburría, solía transportarme a las tiendas de ropa de los centros comerciales cuando estaban cerradas y bueno, aplicar el descuento.

Blue - A Captain America Love Story [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora