Las casas de Venice, California eran famosas por ser unifamiliares, separadas las unas de las otras, excepto por una calle, una calle de bajada que iba directamente hacia una de las playas más escondidas del lugar, a veinte minutos del centro. Las casas de esa calle, todas eran estrechas, unidas las unas con las otras, pintadas de colores vivos que si los veías desde arriba del todo, quedaban perfectamente con el color azul del océano y el color verde turquesa de los canales que rodeaban esa zona.
Y justo en la mitad de la bajada, pintada de color azul celeste tirando hacia pastel, se encontraba la casa de la familia Fay.
Steve nunca había visto un lugar como aquel, era la primera vez que había pisado una ciudad como Los Ángeles, y un taxi lo había dejado justo en la calle de Delia, en el distrito de Venice.
Miró su teléfono y pagó al taxista, mientras salía del vehículo y se aseguraba de que el número de casa era correcto.
Steve había sufrido con lo que ponerse, presentándose dos meses más tarde de la caída de S.H.I.E.L.D en casa de la chica que había estado ayudándolo a buscar a su amigo, pero que nunca se quedaba para cenar o ver una película, volviendo casi siempre a su casa en el segundo que acababan y Steve la dejaba marchar, siempre demasiado cohibido para preguntarle si quería salir por ahí.
Pero Steve se subió a un avión comercial para cambiar esa situación.
Subió los tres escalones vestido con una camisa blanca y su chaqueta de cuero marrón, con unos tejanos que a Delia le gustaban, aparte de unas zapatillas deportivas que no tenían nada de deportivo, según él pensaba.
Tosió varias veces y picó al timbre con la mano libre que tenía, ya que en la otra tenía un ramo de flores, rosas de color rojo. Era un clásico.
Eran casi las ocho de la tarde, y en horario de verano el sol aún estaba poniéndose al final del horizonte, mientras las gaviotas gritaban.
Justamente cuando Steve se fijó en eso, una mujer de unos cuarenta años abrió la puerta, mirando hacia arriba y observando a Steve con la boca entreabierta.
'' Señora. '' Él ya había visto a esa mujer, Delia se la había enseñado, ya fuese por imágenes en su teléfono o esa visión que le enseñó.
'' ¿Busca a Delia?'' La mujer tenía el mismo tono de voz, y a Steve le entró una ansiedad muy poco convencional, era la primera madre que conocía. De la chica que le gustaba.
'' Si, señora. '' La mujer se echó atrás, dejándolo pasar, y Steve hizo algo que no mucha gente hacía, limpiarse los pies en el felpudo antes de pasar, haciendo que la madre le sonriese.
'' Por favor, sólo April. '' Un niño pequeño salió del salón corriendo, sacando la cabeza y observándolo, mirando hacia arriba con la boca abierta. Steve estaba acostumbrado a que los niños pequeños le mirasen así, sobre todo después de la batalla de Nueva York, y todo el merchandising que eso creaba. '' Joey, ves a buscar a tu hermana. ''
'' Sí, mami. '' El niño subió las escaleras corriendo, con un pijama de los Vengadores dibujados, mientras Steve se lo miraba con la boca cerrada y los ojos abiertos.
'' Eh... '' Steve hizo el ambiente más vergonzoso, mientras la mujer caminaba hacia el salón, sentándose en el sofá blanco, con la televisión encendida.
'' Supongo que usted es el Capitán, ¿verdad?'' Steve caminó hacia el salón y se quedó parado justo delante de la televisión, pero detrás del sofá. '' Delia nos ha hablado mucho de usted y del ataque de los helitransportes. ''
'' Espero que cosas buenas. ''
'' ¿Es posible sacar algo malo de usted?'' La madre de Delia sonrío y se lo quedó mirando. '' Está bien tener a Delia por aquí, de nuevo, es decir, a ella, no lo que tiene dentro. ''
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Blue - A Captain America Love Story [#Wattys2015]
FanficDelia Fay se despierta en un laboratorio y no entiende nada de nada, hasta que una luz azul la transporta hacia un bosque. Según lo que ha visto, Delia tiene dos piedras del infinito en su interior, haciendo que sea el ser más poderoso del universo...