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Pov; Auron

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Pov; Auron

En la cena estaban varios de mis amigos de la universidad, hace mucho tiempo que no los veía, realmente los extrañaba mucho. 

Allí paso todo tranquilo. Ya en casa, nos despedimos y cada uno se fue a su habitación, me cambié y acosté en mi cama, revisé si Juan me había dejado algún mensaje pero nada. Suspiré y dejé el teléfono, y me dormí.

A la mañana siguiente, me desperté temprano, me di una ducha y me cambié, me puse unos jeans negros con una camisa color celeste y mis zapatos de siempre, salí del departamento y fui directo al trabajo.

Cuando llegué a la oficina ya estaba Juan, me senté a su lado , lo saludé y nos dispusimos a trabajar, no intercambiamos muchas palabras en el transcurso de la mañana.

― ¿Quieres salir? ― Juan me sacó de mis pensamientos.

― Mm, claro. ― Se levantó y tomó mi mano.

Salimos del edificio y fuimos a un parque que quedaba cerca de la empresa.

― Te tengo una pregunta. ― Rompió el silencio cómodo que teníamos.

― Dime, soy todo oídos. ― Le respondí.

― Quizá te parezca raro que te haga esta pregunta pero bueno. ― Suspiró. ― ¿Luzu es tu novio?

― Abrí los ojos como platos. ― ¿Cómo dices? No, no no, él y yo somos amigos, solo compartimos casa y listo. ― Lo miré extrañado. ― ¿Por qué la pregunta?

― No, por nada. ― Me dijo y siguió caminando.

― Como ahora estamos con preguntas, me toca a mi. ― Lo vi mirarme. ― ¿Tienes novia?

― No, por ahora no. ― Sonrió.

― Oh, eso es bueno. ― Nos quedamos en silencio. ― ¡Quiero decir! Es bueno porque, eh...

― No tienes que decir nada, ya lo sé. ― Siguió caminando.

― ¿Qué sabes? ― Le pregunté alcanzándolo.

― Yo se que te gus- ― **ring ring**

― Uhm, voy a contestar [malditas llamadas]

― ¡Hola Auroncito! Que gusto escuchar tu voz. ― Saludó Luzu al otro lado del teléfono.

― Hola Luzu, ¿Todo bien? ¿Por qué la llamada tan repentina? ― Pregunté.

―  Si Raúl, todo bien, es que te quería pedir si hoy puedes salir antes del trabajo, he preparado algo para ti. ― Me dijo.

― Debería de preguntar, espera un segundo. ― Silencié la llamada y me dirigí a Juan. ― Juan, ¿Puedo salir un poco más temprano hoy?

― Claro, claro. ― Me respondió seco.

Le quite el silencio a la llamada ― Si puedo ir Luzu, ¿A qué hora?

― Creo que a las 6 estaría bien. ― Me dijo.

― Pues perfecto, nos vemos a esa hora. ― Terminé de decir y colgué.

― Te prometo que otro día haré las horas de hoy. ― Le dije a Juan mirando hacia un pequeño lago.

Él no me respondió nada así que regresamos a la empresa.
Seguimos trabajando por toda la tarde hablando muy poco hasta que el reloj marcó las 5 y media.

― Ya me tengo que ir Juan. ― Le dije mirándolo. ― Mañana llegaré temprano te lo aseguro. ― Me levanté de mi silla y le iba a dar el beso en la mejilla de siempre.

Me agarra el brazo y me dice. ― No vayas.

― ¿Eh? ¿Por qué no quieres que vaya? ― Le pregunté mirándolo extrañado.

― Él no me da muy buenas vibras.

― ¿Estás escuchando lo que estás diciendo? Yo lo conozco de toda la vida. ― Me alejé de Juan y me acerqué a la puerta. ― Hasta mañana. ― Y di un portazo.

¿Quién se cree él como para decirme eso? ¡Lo conozco desde mi adolecencia!
¿Acaso Juan conoce de algún lugar a Luzu? Podría ser una hipótesis, no he conocido a compañeros de Luzu nunca. Pensé todo eso mientras llegaba a casa a ver lo que había preparado Luzu.

― ¡Hola Luzu! Ya llegué. ― Grité después de cerrar la puerta.

― Hola Raúl, no te acerques al balcón. ― Me respondió gritando desde la cocina. ― Quédate en la sala yo te aviso cuando salir.

Pasaron unos minutos y Luzu me dijo que ya podía pasar al balcón.

Cuando entré vi las cosas más lindas de mi vida, una mesa decorada con la cena en medio, el balcón estaba todo decorado, de verdad era muy bonito.

― Wow Luzu, esto es hermosísimo, ¿Cuánto te llevó decorar esto? ― Le pregunté mientras me sentaba.

― Hoy salí al medio día del trabajo, así que decidí hacer esto. ― Me sonrió. ― Vamos a cenar.

La cena transcurió muy normal, comimos spaguettis con boloñesa, y un vino muy rico, también nos contamos como nos estaba yendo en el trabajo y demás.

― Raúl, yo quisiera decirte algo importante. ― Tomó un respiro. ― Por eso hice esta cena.

― Eh, claro, cuéntame. ― Le respondí no muy seguro.

― Mm, no se si esto pueda llegar a ser molesto o hasta incómodo pero, desde hace un tiempo siento una atracción hacia ti, eres una persona increíble y ― Suspiró. ― De verdad, me gustaría que llegáramos a ser algo. Si no te gusto, esta bien, yo lo entiendo, no siempre el corazón puede llegar a ser correspondido, pero no quisiera perder nuestra amistad por esta confesión, eres una persona maravillosa y nos conocemos de casi toda la vida, no quiero mandar a la mierda nuestra amistad por lo que te acabo de decir.

Me quedé estático y pensé muy bien que decirle.

―Luzu... tú no me gustas a mi, no me mal entiendas, eres una persona increíble, mereces ser amado, yo te quiero pero no de la misma forma que tú a mi, tampoco quiero dejar nuestra amistad, quizá en este momento no te puedo corresponder pero después quizá si, tampoco te hagas ilusiones, ¿está bien? Yo te quiero mucho, llevamos años de amistad, eres una persona maravillosa, eres mi persona favorita en este mundo, no quiero perder nuestra amistad, te quiero mucho, espero me perdones por no poder corresponderte. ― dije y le tome la mano.

― No tienes por qué disculparte Raúl, lo entiendo perfectamente, como dije, el corazón aveces no puede ser correspondido, también te quiero mucho, pero de otra forma, espero tú me perdones a mi por arruinar la cena, quiero mantener nuestra amistad a pesar de todo, y si en algún momento hay una persona que se adentró en tu corazón, no dudes en contármelo, te intentaré ayudar con todo lo que pueda. ― me dijo y me dio una sonrisa cálida. Nos levantamos y me abrazó. ― Pero, antes de irme quisiera hacer algo.

Se acercó a mi y me dio un corto beso en los labios, sé que él lo quería así que no me quite, al cabo de unos segundos me soltó para tomar aire.

― Gracias por no apartarte, gracias por ser un increíble amigo. Me voy a mi habitación, hasta mañana.

― Descansa Luzu, nos vemos mañana. ― Lo vi salir del balcón y me arrecosté en la silla. ― Gracias a Dios no se tomó a mal lo que le dije. ―  Dije mientras me tocaba los labios, me levanté y me fui a mi habitación, me tire en mi cama, luego limpiaría los trastes.

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Aquí el de hoy, gracias por leer esta mierda:>

―:'u

Honey Eyes ⎯⎯   JuanplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora