Las letras que en algún momento significaron dulces y lindos recuerdos en mi cabeza, convirtiéndose en flores con aromas únicos, lentamente se marchitaron y se volvieron agrios, esas pequeñas cosas que me envolvian de una manta cálida y me hacía sentir protegido, no son más que un alambre de púas recordándome que "no soy especial ni para quién mas amo"
Solo soy alguien usable en todo momento que, por su naturaleza susceptible, se deja caer rendido por hasta la más mínima prueba de interés más allá de lo usual, por ser tan ingenuo, estoy lleno de sangre, lleno de huecos en mi interior, estoy quebrado, no porque alguien me haya destruido, sino porque yo me destrui.
Ésta vez, la razon por la que estoy mas roto no es producto de mis propias ensagrentadas manos o de mi imposible de ignorar apretazon a mi cráneo que cada vez mas hace que mi cerebro se vuelva un pequeño saco de vísceras, sin dejar rastro que en algún momento funcionaba para pensar. En ésta ocasión, es producto de esa persona que solo pude ver su espalda toda mi vida, una espalda con cicatrices demasiado evidentes, imposibles de ignorar teniéndolas de frente tan detalladamente, entre más miraba podía ver su vida dentro de esas cicatrices, pero por alguna razón más que sentirme mal o abrumado por ver tantos malos tratos, solo veía el resultado. Nunca se dignó a verme esa figura, ni a charlar conmigo, solo pude ver su vida y se comunicaba conmigo a través de esa vida.
De repente, las flores dulces empezaron a tapar la cantidad de rasguños y cortadas que veía en aumento, me hipnotice por ellas, pensé que eran lindas y agradables, apetitosas, gracias a éstas me motivé a seguir persiguiendo a esa figura sin rostro visible, quería saber mas, indagar más, entender el por qué de su existir y atrapar esas lindas flores. Cuando por fin pude hacerme con una, la metí en mi boca sin pensar, ansioso de conocer cómo se sentiría esa tan deseada dulzura.
Sin embargo, en el momento que pude empezar a saborearla y digerirla mi vista empezó a ser borrosa, mis manos temblaban como si de un terremoto se tratase, mi cuerpo no podía mantenerse en equilibrio con mi cabeza y mi corazón empezó a bombear sangre de más, junto a esto mis pulmones se empezaron a cerrar lentamente, en eso entendí: era veneno. Pude distinguir que la figura que tanto seguí, que tanto anhele que me mirara, volteó cuando fue consciente que me comí una de sus flores.
Para ese momento caí rendido, mi vista ya era demasiado borrosa, pero en mi desesperación por entender su naturaleza, por hasta en el último instante ver finalmente el reflejo de su distorsionado rostro gracias a que por el veneno no podia ver más que manchones negros haciendose cada vez más evidentes, solo vi algo igual de decepcionante que la sorpresa que me di con aquella flor, con aquella ilusión.
Vi mi rostro.
ESTÁS LEYENDO
09:00 P.M
Poesía- Escritos para cuando me sienta inspirado. Respecto al la continuidad y motivos, generalmente son aleatorios. Cuando te sientas solo, vacio o sin nadie con quien apreciar la lluvia, estaré ahi.