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𝐷𝐸𝑀𝑂𝑁𝐼𝑂𝑆𝐸𝑆𝑇𝐸𝐻𝑂𝑀𝐵𝑅𝐸sera mi maldita perdición. Sus besos y sus manos realmente hábiles hacen que pierda la cabeza en segundos.
Al parecer no le importa que estemos en un local abandonado.
Aun que no importaba, estaba bajo su merced y sin escapatoria.
Los besos de Charlie eran ansioso y algo bruscos, creo que aun seguía enojado por lo de Lee, detesto que a veces sea celoso por cosas tan tontas.
Sus besos dejaron mis labios para bajar por mi cuello, clavícula hasta llegar al escote de mi blusa, donde mordió la poca piel que se llegaba a ver.
─No tan brusco... ─dije en un leve gemido. ─Me dolio un poco
─Tu piel siempre a sido sensible, desde que te conozco. ─dijo mirando me a los ojos. ─No parare. Si tengo que marcar te lo hare, para que imbeciles entiendan que no pueden hacerte
─No. ─dije rápido. Pero no le gusto. ─Antes que comiences a dar te ideas tu mismo, escucha. Si me dejas marcas mis padres se enteraran y tu madre, y Nym. Quien te matara
─No tengo miedo. ─dijo y lo mire. ─Bien, si. Pero no de Tonks, mi madre más tus padres es...algo distinto
─No tientes, Charlie. ─dije y senti sus manos ir al boton se mis jeans. ─Es enserio...a-aquí. Charlie estamos tecnicamente en un local abandonado
─Y por eso es perfecto. ─dijo sensualmente. ─Nadie vendrá. El lugar esta vacios hace más de 5 años, Mei
No dije nada y lo tomo como un si, haciendo que me quitara los pantalones y mi blusa, dejando las en alguna parte del suelo.
Volvió a besar me mientras masajeaba unos de mis pechos, una de mis bajo bajo hacia sus pantalones donde baje la cremallera y metí mi mano para estimular a su pene. Con solo tocar lo Charlie comenzaba a dar gemidos gruesos. . .
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