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𝐿𝑂𝑆𝐵𝐸𝑆𝑂𝑆𝐷𝐸𝐶𝐻𝐴𝑅𝐿𝐼𝐸𝐸𝑅𝐴𝑁salvajes y feroces, sobre todo ardientes.
Sus besos hacían que mi cuerpo comenzará a sentir un hormigeo, era placentero. Y lo fue a un más cuando sus manos se colocaron en mi cintura atrayendo me más a su cuerpo. Al sentir su cuerpo pegando al mio, logre distinguir sus fuertes músculos. Era obvio que los obtuvo por el trabajo pesado en Rumania.
Mis brazos fueron directamente a su cuello donde lo rodee con mis brazos mientras enredaba una mano entre sus cabellos pelirrojos, que siempre me han gustado.
Su manos comenzaron a descender a mis muslos queriendo que en rollara mis piernas en su cintura. Y como fue me tomo por el trasero apretando lo entre sus manos grandes. Comenzó a caminar hacia la cama donde me deposito en ella suavemente, y sin romper el beso el se quito el saco y comenzó aflojar su corbata para retirar la y arrojar la al suelo. Sus besos descendieron de mis labios hasta mi cuello y clavícula.
Mi cuello al parecer resulto ser una zona sensible ante su tacto.
Entre más dejaba sus besos en mi cuello el hormigueo aumentaba a tal grado que el calor me invadió.
─Vas a volver me loco, Mei. ─hablo Charlie dejando me sentir su aliento sobre mi piel. ─Cada centímetro de ti... Me sentí celoso y reemplazo al ver te con ese estúpido chico
─Charlie... ─gemí su nombre al sentir que mordía ligeramente mi cuello. ─¿Y tu? ¿Aun sientes algo por mi hermana?. ─dije mirando lo a los ojos. ─No estés conmigo por despecho. Tu más que nadie sabes mis sentimientos y no quiero continuar con esto si al siguiente día te vas arrepentir. ─no hubo respuesta. ─Comprendo. Es mejor dejar aquí las cosas y hacer como si nada paso
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