La vida de Mao Lee era relativamente "tranquila".
Pero todo cambio por la llegada de ese extraño Camaro y la pésima suerte de su mejor amigo Sam Witwicky.
¿Saben el dichoso giro de 360°? Bueno, algo así paso con su vida.
Paso de una vida tranquila a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
──── ◉ ────
Los sucesos de ayer pasaron una y otra vez por la cabeza de aquel joven. La chica no creía para nada en lo que respetaba su teoría, simplemente era imposible.
Pensativa, golpeaba una y otra vez la punta de su lápiz en su cuaderno de ciencias.
Un extraño escalofrio le recorrio por la nuca y desde su ventana, miro con sospecha el garaje de la familia Witwicky. Era irreal, lo que esperaba. Mao buscó mil explicaciones para lo sucedido ayer y.... nada.
-" ¿Estaba poseído el auto? ¿Era una simple falla?" - Se preguntaba abatida.
Su mejor amigo, Sam no parecía importarle eso y simplemente lo dejó pasar. Creyeron que ella había causado el suceso de ayer, pero no era así, ella no hizo nada.
Diablos, ¿como demonios haria eso?
-¡Oye Mao, ya estoy listo ven!- Al escuchar una voz tan conocida, la chica miró hacia abajo encontrándose con su mejor amigo y vecino.
- "Hablando del rey de roma" - Pensó ella.
Ella le hizo una señal a Sam para que la esperara y rápidamente bajo encontrándose con Sam y aquel auto en el que había pensado tanto. Mao suspiro levemente ignorando aquel sentimiento de incomodidad.
- "Tal vez, solo sean ideas mías, lo estoy pensando demasiado" - Pensó abrumada.
Con una sonrisa recostó sus brazos en la ventanilla del copiloto mirando a su mejor amigo.
-¿Vas a estrenar a este chico malo?- Sam soltó una risa ante el comentario.
-Bueno, tenia pensado buscar a Miles para ir al lago con nosotros- La chica alzó una ceja confundida.
-¿Al lago? ¿No es ahí la fiesta de Trent?- Preguntó confundida.
-Es un lago comunitario, la gente puede ir...-Murmuró por lo bajo.
-¿Quieres impresionar a Mikaela, eh?- Mao pudo notar como las mejillas de Sam se enrojecieron, mientras apartaba la cabeza hacia el lado contrario.
Al ver aquella acción de su amigo, apareció inconscientemente una mueca en el rostro de la joven.
Mao Lee empezó a tener sentimientos por su mejor amigo desde hace varios meses, solo que él no la vio de esa forma. Y ella tampoco quería cambiar eso, su amistad era algo que ella respetaba mucho y no deseaba que cambiase, aunque eso signifique que se sintiera incómoda.
Mao se subió en el asiento del copiloto y se abrocho el cinturón, lo que ella no espero es que el cinturón estuviera más ajustado de lo normal. Incómoda, lo intentó apartar pero fue imposible.
