La vida de Mao Lee era relativamente "tranquila".
Pero todo cambio por la llegada de ese extraño Camaro y la pésima suerte de su mejor amigo Sam Witwicky.
¿Saben el dichoso giro de 360°? Bueno, algo así paso con su vida.
Paso de una vida tranquila a...
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Antes del correr del tiempo existió el "cubo" , no conocemos su origen solo sabemos que tiene el poder de crear mundos y dotarlos de vida. Fue así como nació nuestra raza, durante un tiempo vivimos en armonía pero, como todo gran poder, algunos lo querían para el bien y otros, lamentablemente para el mal. Y eso, ocasiono la guerra.
Una guerra que adoro nuestro planeta y que permitió que la muerte lo consumiera completamente, y el cubo se perdió en los inalcanzables confines del espacio, nos disfrazamos en la galaxia con la esperanza de encontrarlo y reconstruir nuestro hogar, buscamos en cada estrella, cada punto justo cuando habíamos perdido la esperanza.
Pero....
El mensaje de un nuevo descubrimiento nos llevo a un planeta desconocido llamado...."Tierra" Pero lamentablemente llegamos demasiado tarde.
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Alerta, la chica miró con atención si aquel profesor estaba atento a la clase. Lo cual no fue así, aquel hombre de avanzada edad leía con desinterés un libro cuyo nombre era " La sabiduría de las emociones ". Aquella chica ignoro eso y con cuidado se levantó lentamente llamando la atención de los demás.
Preparada, alzo la palma de su mano para impactar en aquel objetivo tan añorado por ella.
- "Ya te tengo" -Pensó divertido.
-Witwicky tu turno- Al escuchar eso la palma de su mano impactó duramente en la cabeza de aquel chico escuchándose un gran "PLAF" llamando la atención de la clase.
Las risas no tardaron en aparecer, aquella chica había cumplido su objetivo.
Darle un lepe a su compañero
Rápidamente aquel chico se volteo exaltado y frunció el ceño al ver la causante de aquel acto.
-¡Por Dios Mao!- Aquella chica le regaló una sonrisa.
