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Agotada la joven descansó su cabeza en aquel lujoso asiento. Al menos quería descansar un poco del terrible día que había tenido.
Mao se llevó una mano a su frente tocando suavemente la herida que tenía, una mueca apareció casi al instante en su rostro, si dolia.

 El auto había emprendido rumbo a un lugar desconocido, sin saber qué les depararía a aquellos jóvenes, pero no había vuelta atrás, ellos habían decidido confiar plenamente en aquel Camaro.

La pequeña Mao se encontraba agotada física y mentalmente, todo esto había sido muy peligroso, y no mentiría, ella se encontraba preocupaba por lo que pudiera suceder en el futuro.
Con pesar miro la carretera.

Regresar a casa no era algo que tenía en mente.

Mejor dicho, no era una opción.

Algo ansiosa la chica mordió su labio. Era obvio que ya sus padres le habían puesto un límite y ella lo había destruido al salir de la casa de esa forma. Lo más seguro es que tenía luz verde para ir a aquel internado del que tanto le habían amenazado y no iba a regresar hasta nuevo aviso.

¿Se lo merece? Si, lo aceptaba. Había cometido múltiples errores durante su vida, de los cuales se arrepentía.

Pero de algo estaba segura, a pesar de aquel temor que había pasado con aquellos robots, no se iba a arrepentir de haber tomado aquella decisión.

Se fijó como el Camaro siguió recto destruyendo fácilmente las cadenas que resguardaban una puerta. Sorprendida miro a los lados dándose cuenta donde se encontraba.
El auto había llevado a los adolescentes al observatorio que estaba en remodelación, lentamente el auto se detuvo y se apago abriéndonos las puertas.

Algo dudosa la joven salió junto a sus compañeros. Sam y Mikaela siguieron adelante dejando a Mao junto con el Camaro.

-Oye Mao, ¿vienes?- Preguntó Sam curioso.

La chica nego.

-Vayan ustedes...- Su amigo avanzando y siguió su camino con Mikaela.

Algo abatida la chica suspiro y se abrazó a sí misma buscando protección. El Camaro los había protegido de una posible muerte y eso era algo que Mao le agradecia, aunque le daba miedo ese auto.
El cielo empezó a brillar fuertemente y ella se echó hacia atrás asustada.

- "No debes temer, nada le sucederá estando aquí conmigo" - Al escuchar una voz externa se separó del auto lentamente.

-S-Si, yo....gracias- Balbuceó desconcertada.

Un repentino silencio abarcó el lugar y la joven tomó fuerzas para hablar con aquel robot.

-Oye...¿es muy peligroso lo que sucederá ahora? es decir....-la chica pasó una mano por su cabello ansiosa- ¿estaremos bien?- Preguntó.

New (Bumblebee y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora