La vida de Mao Lee era relativamente "tranquila".
Pero todo cambio por la llegada de ese extraño Camaro y la pésima suerte de su mejor amigo Sam Witwicky.
¿Saben el dichoso giro de 360°? Bueno, algo así paso con su vida.
Paso de una vida tranquila a...
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Todos gritaron simultáneamente, sintiendo como aquel auto choca con un objeto inesperado. El auto se detuvo de golpe haciendo que todos se arriesgaron hacia adelante, cuando una fuerte vibración hizo que todos miraran alerta. Unos dedos robóticos se posicionan en las ventanas y aterrorizada la gritó rubia duro echándose hacia atrás intentando alejarse lo posible de aquella ventana. El vidrio finalmente se rompe cuando los dedos robóticos atraviesan las ventanas alcanzando el techo del auto.
-¡El auto se eleva!- Gritó uno de los guardias aterrados.
-¡Qué pasa!?- Gritó el líder exaltado.
-¡Yo solo quiero irme a casa!- Gritó la menor de todos desesperada.
El techo finalmente se rompe llevando al auto al suelo abruptamente. Todos miraron arriba asustados, viendo al culpable sosteniendo el techo desde arriba. Al ver de quien se era Mao sintió un gran alivio que la hizo suspirar, pero no abandonó el hecho de que tenía el corazón en la boca.
-Ja...están en serios problemas- Bromeo Sam con más seguridad- Caballeros, les presento a mi amigo... Optimus Prime
Optimus lanzó el techo del auto aún lado de la carretera, fijando su mirada en nosotros. Su mirada cambió a una más severa asustando a la mayoría.
-Detener a los chicos fue una mala jugada- Dice Optimus severo.
-Autobots, retírenle sus armas- Ordenó Optimus.
El suelo empezó a temblar y desconcertada Mao volteo hacia atrás pero un temblor la hizo sentarse de golpe ante la llegada de los demás autobots, ellos finalmente aterrizaron en el suelo detrás de ellos. Ironhide apunto con sus dos cañones desenvainados a los demás hombres que estaban listos para disparar, Jazz camina a su lado mientras su mano se transforma en una extraña arma.
-Hola señor- Al escuchar eso Mao se voltea desconcertada.
Aquel hombre que había interrogado estaba saludando a Optimus con calma.
- "Loco...." -Pensó Mao abrumada.
Optimus se agachó quedando casi a la altura de aquellos hombres. Él miró cada rostro de cada hombre hasta que se concentró en quién lo había saludado.
-No pareces tener miedo, ¿no te sorprende vernos?- Preguntó impotente.
-Escuche, hay protocolos en el sector 7, ¿si?- Trato de explicar- No estoy autorizado para comunicarme con usted, solo decir que ni puedo hablar