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130 d.c

Vaegon se encontraba en los aposentos de la princesa Rhaenyra, se enteró que ya había dado a luz y fue a conocer el nuevo integrante de la familia, grande fue su sorpresa cuando no la encontró, en lugar solo estaban Jace y Luke, también esperándola.

-Crees que a mamá le guste el huevo?

-Si de el puede salir un dragón estoy seguro que si.

Las puertas de la habitación se abrieron y por ellas entró una Rhaenyra bastante cansada, sin dudarlo se acercó a ella y la ayudó a tomar asiento.

-No se supone que deberías estar descansando.

-La reina ordenó que le llevaran al niño -dijo su tío Laenor- y tu prima decidió que se lo llevaría ella misma.

-Nyra, no deberías responder a sus provocaciones- Vaegon tenía muy claro la enemistad que tenían las dos mujeres. Ambas eran importantes para él por lo que no solía involucrarse.

- Mejor ve a conocer a tu nuevo primo.

Se acercó a Laenor y este le permitió cargar al bebé. La mujer veía aquella escena con una sonrisa, el tiempo había pasado con rapidez, ya no quedaba rastro de aquel pequeño que lloró entre sus brazos, Vaegon ya tenía quince días del nombre, se había convertido en un muchacho apuesto muy parecido a su padre.

Volvió a la realidad cuando sus hijos le mostraron el huevo que habían escogido para su hermano y se sintió afortunada.

Cuando sir Harwin entró a la habitación Vaegon supo que era momento de irse, les recordó a los niños que debían ir a pozo dragón y después dejar un beso sobre la cabeza de la única mujer presente, abandonó la habitación con sus primos siguiéndolo.

🔥.

Al fin llegan- mencionó Aegon.

-Solo entra al carruaje.

Sin más partieron hasta poso dragón sentados en sus posiciones habituales, Aemond junto a Vaegon y al frente Aegon con los dos hijos de Rhaenyra.

Una vez llegaron al lugar, Vaegon se separó del grupo y fue en busca de Draghar, camino por los largos pasillos hasta que dio con el lugar de descanso de su compañera.

-hola, bonita- dijo mientras se acercaba para dejar caricias su hocico- espero que te estén tratando muy bien- la dragóna se inclina para buscar más de su tacto- eres la compañía que más disfruto y no me mires así, no te puedes poner celosa por Heleana- Draghar se separó de él para mirarlo fijamente- y Aemond, ya se que paso mucho tiempo con ellos- soltó un re soplido- ya se que intentas insinuar y no es cierto- la ojiverde lado su cabeza- no, ninguno de los dos me gusta, además no sería correcto- soltó un pequeño gruñido- se que solo quieres ayudarme pero presionarme no es la mejor forma de hacerlo- se acercó de nuevo para recibir más caricias- mejor vamos a volar.

Se fue en busca de un cuidador para que le quitara los grilletes a Draghar, pero la voz de Aegon se robó toda su atención.

- Eres el único que no tiene un dragón, así que hemos buscado una para ti.

-¿Un dragón? ¿Cómo?

-Los dioses proveen.

Al peli negro no le gustó para nada la situación, sabía que su primo nunca actuaba en buena fe y con los comportamientos que tenía últimamente definitivamente ya no era una buena compañía.

El Deseo Del Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora