Había pasado un buen fin de semana junto a Josh. El sábado después de nuestra quedada acordamos que el domingo quedaríamos en su casa para hacer tortitas y ver alguna película.
Era Miércoles, y esta semana estaba repleta de exámenes. Acababa de salir del examen de latín y me dirigía a clase de Historia con la señora Petter, cuando una fina mano me agarraba y me empujaba contra las taquillas.
Choqué y pude ver su cara. Sus grandes ojos negros y sus labios entreabiertos. Lol.
La mieré indecisa y en un actoreflejo miré el reloj de muñeca. Los pasillos estaban completamente vacios, y la campana había sonado hacia ya cinco minutos. Llegaba tarde.
-¿Lol? Llego tarde, ¿Qué quieres?
-Nena, nena, nena. Alex ha desaparecido. No sabemos donde está.El corazón me dió un vuelvo, pero intenté que no se me notara con una pose de indiferencia. Bostecé y entrecerré los ojos. Pésima actriz.
-Y a mi eso me importa ¿por qué...?
-Porque sé que te importa, ese chaval te importa. A mi no tanto, solo quiero que Ruff esté bien, y esta claro que está destrozado, quizá si le llamasase...
-¡JA! No.-Dije ahogando un par de lágrimas.
-¿Por qué no? Quieres a ese chico, ¡Ellen deja de ser tan orgullosa!
-¡¡No puedo Lola!! El dijo que me alejase, que no me metiese. Es peligroso y lleva una vida peligrosa. No me quiero ver repercutida.Empujé a Lol y salí disparada a mi clase de Historia.
La mañana se había pasado rápida y amarga. No podía parar de pensar en Alex, ¿dónde estás capullo? Aún que no quisera meterme, una vocecita dentro de mi me gritaba y me golpeaba el pecho, decía que le llamara, que le buscara, pero mi parte racional me alejaba, sin mucho logro. Además, aunque quisiese negarlo, teniendo en cuenta las clases de problemas que tiene Alex, a estas alturas podría estar muerto. ¡No!
Salí por la puerta del instituto y tomé el autobus. Saqué mi smartphone y tecleé el número de Alex.
-¿Ell?
-¡¿Qué te pasa?! ¿Eres idiota?
-¿No?- Parecía divertido, pero a la vez neutral.Quería colgar.
-Lol me ha dicho que has...
-¿Desaparecido?
-Ajá.-Dije con un tono de superioridad.- Y nadie podía contactar contigo... ¿Por qué yo si?
-No quería que fuese otra persona, quería hablar...
-¿Comigo?- Agregué continuando el juego que se había formado para terminarnos las frases.
-Ajá- Imitó él.Hubo una pausa, que me pareció eterna.
-¿Por qué?
-No lo sé. Ellen, se que te dije todo eso y que me comporté como un completo capullo... Pero necesito verte, ¿si?
-No sé Alex, solo han pasado cinco dias, es todo muy reciente. Dejame pensarlo, y no hagas mas tonterías, ¿quieres?
- Ya.Colgué.
Llegué a casa y como cabía esperar, me encontraba sola. Mamá estaría con Steveen, y no me había dejado comida preparaba ¡moriré de hambre!
Sin comer me encerré en mi habitación, y así hasta que llegó el esperado viernes.
Me desperté envuelta en mis sábanas. Tenía el pelo revuelto y ojeras realemente pronunciadas. Me metí al baño con la esperanza de hacer algo de magia. Me arreglé y planché mi pelo, y me puse algo de base y rimel, nada notorio.
¡¡Hoy feria Joshito!!- Escribí un mensaje a mi amigo que no tardó en responder.
¡Hoy te montas conmigo en todo!-Contestó.Me vestí con algo simple y bajé abajo. Hacia tres dias que comia mal. Mamá estaba casi siempre fuera, de eventos y citas con el médico pijo, y la verdad era que había desatendido mucho las lavores en el piso, y en mi.