Noto una mano en mi hombro que me zarandea con delicadeza. Abro los ojos lentamente notando un dolor en mi cara, ¿dónde estoy?
-¿Ell? Tia ya hemos llegado.
Me enderezco en el asiento del coche de Lol y froto mis ojos con fuerza, ¿todo habia sido un sueño?
La miro y veo que está enfadada, sus ojos ambar ya no me miran y veo como los cierra para dejar salir un suspiro.
-Si, esto, gracias. Me voy ya.
Lol me mira y me dedica una falsa sonrisa. Muy falsa, diria yo. Una sonrisa ladeada llena de ironia. Retiro la mano del picaporte de la puerta y la miro, a la vez que vulve a ponerse seria.
-Lol, ¿qué te pasa?
-Nada, ¿por qué?- Pregunta friamente.
-Te veo rara.- Pongo una mano en su rodilla.- Lol, cuentame lo que te pasa.Lol parece dudar y me mira con ojos grandes negros.
-Creo, que estoy embarazada.
No. Igual que en mi sueño.
-Oh vaya... Esto... Tengo que irme.- No puede ser. Noto como mis nervios y mi miedo aumentan y solo necesito escapar.- hablamos luego ¿si?
-Como quieras.- Dice frustrada.Salgo corriendo del coche y me quedo paralizada en la carretera. Justo enfrente de mi casa está el coche de Alex. No no no, ¡mierda! ¿Esto quiere decir que todo lo del sueño es real? No puede ser.
Un escalofrio me recorre el cuerpo y me quedo paralizada por el miedo. Me muerdo el labio inferior y me acerco lentamente a la puerta.
Abro y me deslizo con cuidado cuando algo me agarra por la piernas y suelto un sonoro chillido. Miro hacia abajo y veo a Fer abrazandome con fuerza.
Papá sale riendo del salón y detrás la pequeña Shasa... Todo parecía ser normal. No, normal no, aún seguía el coche de Alex aparcado en la puerta.
-Ellen tenemos visita.- Anuncia mi padre y detrás de él aparece Alex. Serio. Como la última vez que le vi.
Mis ojos se ensanchan y doy un paso hacia atrás. Esta realemte guapo, no demacrado y sucio como en mi ¿sueño? Lucía un cabello distinto, su habitual melena había sido remplazada por un pequeño tupe y tenía los lados algo mas corto, pero apenas se advertia. Llevaba una chaqueta azul abierta que dejaba ver una camiseta colorida de nike, y por supuesto, unas adidas stan.
Estaba tan cambiado. Ya no era el tipico chico malo que vestia de negro, ahora podía pasar por un adolescente acomodado al gusto estadounidense. Sin duda, este Alex me gustaba mas. Si no fuera por su seria cara.
-¿Qué haces aquí Alex?- Digo evitando a mi padre y creyendo estar a solas con él.
Alex mira a mi padre y este lo advierte y se va dedicandonos una leve sonrisa. Fer y Shasa se meten en el salón detrás de Alex entre risas.
-Hablemos en otra parte.- Digo encaminandome hacia las escaleras.
Llegamos a mi habitación y cierro la puerta. Alex se queda inerte en el centro de esta y sigue con su rostro neutro. Ni preocupado, ni contento, ni enfadado... Nada.
-¿Y bien?- Pregunto al imacientarme por este incómodo silencio
-Tienes que ayudarme.Suelto una sonora carcajada y me cruzo de brazos. Ahora la que se divierte era yo.
-Es por tu madre.
Ahogo la risa pero sigo cruzada de brazos. Las cosas se ponian serias.
-Continua.- Ordeno.
-Mi padre tiene engañada a tu madre. No le cuenta nada y me echas las culpas de tu enfado. Tu madre sabe que te cae mal Steveen, y se niega a creerme y prefiere... Creer a mi padre.
-Me da igual.- Digo con total tranquilidad. En verdad no era cierto, pero a estas alturas en mi vida nada lo era.Alex se acerca a mi y empiezo a ponerme nerviosa. Siempre crea en mi cosas que no quiero.
-¿Quieres decir que te da igual lo que la pueda pasar a tu madre?
-¡Alex para! Esto es surrealista, ¿si? Nadie la va hacer nada estando con tu padre. Al igual que nadie me haría daño a mi por estar...- no continuo y digo esto último en apenas un susurro. Pero Alex lo advierte y sonrie.
-¿Conmigo?
-Ajá.
-Puede que si. O puede que no. Jamás o sabremos.Me apeo de él y le empujo del pecho. Alex casi ni se mueve del sitio y empieza a reir fuertemente. Era muy estresante estar tan cerca de él, desearle tanto, y no poder hacer nada. Solo discutir y mantenerme al margen. ¡Por qué tenía que haber cambiado a un tio tan... Tan...!
-¡Te quiero matar! ¡Alex me da igual lo que la pase a mi madre, me da igual lo que le pase a todo el mundo! Es mayorcita. Por favor vete, me estas haciendo la vida imposible.- Grito y noto como una lagrima cae por mi cara.
Alex se quita la chaqueta y se aproxima a mi. Dejo que ponga un dedo bajo mi barbilla y la eleve hasta chocar nuestras miradas. No aguanto mas y paso mis manos por su cuello. Alex sonrie y se aproxima cada vez mas hasta que nuestros labios se juntan.
Me aupo en él y paso mis piernas por su cadera. Alex me sujeta por debajo de mis piernas y yo le acerco cada vez más a mi. Caemos en mi cama y le quito con facilidad esa camiseta que tanto me gustaba y paso mis manos rapidamente por su torso desnudo. Sus ojos negros vuelven a tener vida, y sus labios rojos estan curvados en una preciosa sonrisa. Ahora si que si.
Alex me quita mi sudadera y se toma su tiempo besando cada trozo de mi torso. Suelto una carcajada y le agarro del cuello para juntas nuestros labios.
-No te vayas, nunca.- Susurro en su boca.
Alex no conesta y baja su cabeza a mi cuello y succiona con fuerza haciendo que soltase un suspiro apenas audible.
Baja sus manos hasta mis vaqueros y los desabrocha. Mientras los baja pasa sus manos por mis piernas y nuevamente, se pasa su tiempo.
Quedo semidesnuda. Alex parece llevar las riendas de todo esto. Me quita el sujetador y sonrie. Odio estos momentos, que me mire y quede yo como una exposición. Era vergonzoso. Le agarro del cuello para evitarlo y le empujo encima de mi. Le beso y noto como empieza a bajarse los pantalones.
Mete su mano por mis bragas y en ese momento empieza a sonar su móvil. Ponemos ambos una cara de fastidio y se apea de mi. Me incorporo en la cama y me tapo con cojín.
-¿Hola?
Alex pone cara serie y sus ojos se vuelven frios al instante.
-¿Donde?- Noto como su mano pasa por su cabello.- Voy.
Se pone la ropa rapidamente y yo hago lo mismo. Antes de salir por la puerta le agarro de la mano y el me mira con esos ojos negros, ahora llenos de preocupación.
-¿Alex?
-Vamos al hospital, ¡ya!Me quedo helada pero no me dice nada. Bajamos y grito a mi padre que me voy al hospital. Me monto en el coche de Alex y este sale estrepitosamente a la carretera dejando la goma negra en el asfalto.