𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐌𝐎𝐎𝐍 | ❝Escuchas a la criatura acercarse sigilosamente por detrás. Ya no tienes tiempo❞
𝐋𝐎𝐂𝐎𝐒 solía ser la palabra con la que eran descrita la Familia Addams, sin embargo, en esas paredes que ocultaban aquella hermosa relación...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🔮: Si van a matarnos, háganlo bien. ━━━━━━━━━━━━━━━
Si bien la primera noche de Caos fue tranquila, no pudo negar que extrañaba su hogar. Dónde los gritos de Pericles antes de dormir inundaban los pasillos que se iban transformando en eco o las quejas de su abuela yendo a regañarla por tocar sus pócimas.
Un nuevo día en Nunca Más y ahora estaba entrando a clase de esgrima junto con su hermana, que para su sorpresa tenía un uniforme de color negro como la de Merlina.
Amaba que su hermana fuera alérgica al color, sin duda.
Iban caminando de forma lenta viendo a los estudiantes luchar, pero a frenaron cuando el dúo del frente uno de ellos fue derrotado al ser tirado al suelo.
—Entrenador, me hizo tropezar —se queja el alumno, quitándose el casco y dejando ver a un joven rubio.
—Fue un golpe limpio, Rowan —dice el maestro.
—Si te quejarás menos y entrenarás más, no serías tan malo —dice la que era su oponente. Una joven de piel oscura con unos ojos que resaltaban—. En serio, entrenador. ¿Cuándo tendré un rival digno? ¿Alguien más que quiera desafiarme?
—Yo te reto —dice Merlina.
Caos cerró los ojos y palmeó el hombro de Merlina antes de dar pasos hacia atrás.
—Ah, debes ser la psicópata que dejaron entrar —dice la desconocida.
—¿Quieres probar lo que la hermana de la psicópata puede hacer? —dice Caos, volviendo a un lado de Merlina—. Patética abeja reina autoproclamada.
—Recuerda este dato interesante de las abejas, hermana: Quítales el aguijón y caen muertas —sigue Merlina.
—Rowan no necesita que vengan a que lo defiendan.
—No defiendo al tal Rowan. Él no me importa —Caos se acerca a la desconocida, amenazante—. Pero vuelve a decir algo respecto a mi hermana y puedo asegurarte que tu corona imaginaria terminará enredada por tu cuello mientras duermes y mis manos te asfixien.
La peli-verde ve a la morena quedarse pasmada en su lugar, susurrándole algo a su hermana que no fue escuchado por nadie más y luego se alejó, buscando a alguien con quien practicar. Escuchaba como su hermana había comenzado ya el duelo y miró de reojo justo cuando ella ganó un punto, sonriendo orgullosa de forma ladeada.
—¿Practicamos?
En su campo de visión pudo ver unos zapatos casi cerca de ella, levantando la cabeza y dejando notar a un chico con cabello semi largo parado delante suyo.
