𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐌𝐎𝐎𝐍 | ❝Escuchas a la criatura acercarse sigilosamente por detrás. Ya no tienes tiempo❞
𝐋𝐎𝐂𝐎𝐒 solía ser la palabra con la que eran descrita la Familia Addams, sin embargo, en esas paredes que ocultaban aquella hermosa relación...
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🔮: monstruosos problemas. ━━━━━━━━━━━━━━━
Y si, así mismo como Yoko le había indicado a Xavier estaba pasando. Ella junto con Caos y Oscuro estaban por llegar a la entrada de la academia, viendo un auto estacionado de color negro un poco más adelante en donde Xavier estaba recostado.
—Te ves...—balbucea el chico, viendo a Caos.
Su cabello estaba como siempre, cayendo en ondas naturales a los costados de su rostro. Lucía una sombra oscura debajo de los ojos y un labial como si fuera rojo vino, unas botas oscuras con poco taco, una básica verde junto con una chaqueta semi suelta arriba y por último una falda negra.
Si, él realmente la admiró durante esos pequeños segundos en el que caminó hasta donde estaba.
—¿Horrorosamente patética? Lo sé.
Él niega.—No, no, no. Te ves hermosa.
Caos hace una mueca y asintió lentamente, escuchando un carraspeo debajo suyo, bajando la cabeza y viendo a su perro.
—¿Tampoco me halagaras a mi? ¿uhm? —pregunta, saltando.
Xavier suelta una risa, agachándose a la altura del canino. Sonriendo al ver el moño de color verde que tenía en su cuello y un pequeño sombrero en su cabeza.
—Luces genial, Oscuro. —halagó, y supo que al perro le contentó cuando movió su cabeza a ambos lados de forma diva.
—Lo sé, caminen humanos. Tenemos una feria que recorrer —dice en tono fuerte, subiendo al auto cuando Xavier abrió la puerta.
—Yo iré al frente —se escucha una voz entre las sombras y la figura de Bianca salió entre ella junto con otra amiga suya.
Caos y Yoko se miran. La vampira blanquea los ojos, cansada y Caos simplemente se concentró en mirar a Oscuro, que estaba lo suficientemente cómodo en la parte delantera del auto en la parte de abajo.
—De hecho, Caos irá al frente conmigo —corrigió Xavier, para sorpresa de la sirena—. Ven, sube —le señala, aún en la puerta para que no se cerrara.
—Siempre voy al frente —insistió Bianca.
—Si, pero Caos tiene problema con el contacto de otras personas y le incomodará ir en medio de dos —dice él, un poco más serio.
—A mi me da igual, el único contacto que hará que mis huesos se desprendan será con el de la sirenita Ariel —habló, señalando con la cabeza a Bianca.
