Capitulo 6

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Día cinco desde que estoy en este hermoso jardín, bueno... Me siento muy cansado, dormiré un poco más.

Rayos, de verdad me siento exhausto.

—¡¡¡Despierta, Jus!!!

El grito fue tan fuerte que salté de la cama por el susto.

—Bien, ya estás despierto.

Era Guardián quien me había gritado, estaba a mi lado.

—¡¿Por qué hiciste eso?!

—Eso no importa, debes levantarte si quieres ir con la guardiana. —Decía mientras se dirigía a la salida.

—Espera ¿Hoy iremos?

Me levanté rápidamente emocionado para alcanzarlo aunque tropecé. Guardián al verme volvió hacia mi.

—¿Vas a venir o qué?... —Extendió su mano para levantarme, aunque se detuvo—. Un momento.

Él acercó su rostro muy cerca de mi, podía sentir su respiración pasar por mi cuerpo. Era incomodo y sentía que quería reírme.

—Jus, hueles a porquería.

—¿Ah?... Así que es ese olor...

—No iremos si estás en ese estado, ella es algo delicada... —Él puso su mano sobre su rostro—. Cierto, ya que no recuerdas muchas cosas supongo que eso era de esperarse, ven conmigo.

Por un momento creí que no iba a conocer a la gran guardiana, pero veo que Guardián tiene una solución, eso es bueno.

Él agarró unos objetos y puso en eso muchas cosas que no sabía que se encontraban aquí para después dirigirse hacia afuera, yo solo podía seguirlo curioso por a donde vamos ahora.

—¡Dile a Huan que iremos a las aguas, él puede adelantarse! —Gritó al aire.

De repente pude ver un pájaro negro muy extraño volar hacia una dirección, mientras que nosotros nos fuimos a otra; Así que a todo esto me pregunto que haremos.

—Te bañarás y después de eso podremos ir al lugar.

—¿Eh? ¿Qué es eso?

—¿Hablas de bañarse?

¿Acaso bañarse se puede comer? 

Bueno, ya veremos como será eso.

—Cuando lleguemos lo sabrás.

Estuvimos caminando por un buen rato. Estaba observando las flores mientras tanto para distraerme un poco y fue gracioso, ya que de pronto un grillo se encontraba cerca de un estanque y saltó cayendo en el agua, eso fue raro.

Y aún no llegábamos. En mi opinión ya ha sido mucho, 

¿Cuándo llegaremos?

—Guardián, ¿aún falta?

—Un poco. Aunque, es un buen momento para explicarte sobre el lugar.

—Es verdad, me explicarías un poco de vez en cuando.

Él desaceleró el paso para caminar a mi lado.

—Escucha bien, lo primero que debes saber es algo muy sencillo: El jardín está compuesto por varias zonas, ocho para ser más específicos, la zona cero es la principal y las demás son los que compone el jardín. Todas con sus respectivos guardianes los cuales ejercen su función. ¿Entiendes?

Me detuve un momento pensando lo dicho.

—Ya veo, ¿entonces, tú y la guardiana no son los únicos?

Siendo sincero no me imaginaba eso.

Guardián continuó caminando para después voltear hacia mi.

—La respuesta es muy obvia. Así es, yo soy el guardián de la zona cuatro, somos siete guardianes en total.

El viento sondeando el cabello de Guardián lo hace ver genial diciendo eso.

—¿Qué más podrías decirme? —Dije notablemente emocionado.

—Por el momento apuremos el paso, te digo en otro momento

Al pasar un puerta muy grande llegamos a un lugar diferente al habitual, había prados muy grandes, creo que llegaban a los cielos.

—Esta es la zona tres, como puedes ver son muchas montañas y mira allí un momento.

Señaló una casa que cubría gran parte, como dijo Guardián, la montaña; sí, eso.

Pero él se fue en otra dirección sin decir nada con respecto a eso.

—¡Hey, espera!

Después de eso estuvimos caminando por una montaña y al final había una cabaña muy diferente a la mía, era más grande.

—Estos son los baños, los que se encuentran más cerca de la posición de la guardiana, así ahorraremos tiempo, vamos. —Dijo señalando la puerta.

¡Al fin llegamos!, ya estoy cansado de tanto caminar.

Y sin más nada que agregar entramos; era muy bonito el lugar, supongo por la madera. Aunque quién estaba adentro terminó sorprendiendo a Guardián.

—¿Qué haces aquí Huan? Dije que te adelantaras.

Así es, Huan se encontraba sentado en un banco comiendo unas galletas.

—Y aquí estoy, me adelanté. —No se sorprendió al vernos.

—¡Me refería a que fueras con la guardiana!

—Oh, así que era eso. —Continuó comiendo.

Guardián se veía un tanto irritado por la decisión de Huan, aunque siguió de largo.

—Jus, ¿quieres una galleta?

Extendió su mano dándome una galleta y pues, yo la recibí. Estaba a punto de comerlo cuando Guardián me la quitó. (T-T)

—No debes comer antes de bañarte, podrás olvidar muchas cosas, pero eso jamás.

—Pero... La galleta...

Él tiró la galleta hacia un lado y me llevó adentro; supongo que se enojó con Huan.

Huan nos seguía comiendo sus galletas, pero a Guardián no le importó que él viniera; después de todo son amigos, se llevan muy bien a pesar de que parecen molestarse el uno del otro.

Seguimos avanzando hasta llegar a un cuarto con muchos cajones; no entiendo por qué tantos. Guardián estuvo abriendo, mirando los cajones y cerrándolos en busca de algo.

—Las toallas de baño se encuentran en ahí acomodadas —dijo Huan señalando a un lado de los cajones.

—Bien, ya lo tengo.

Huan se acercó más a nosotros mientras paraba de comer.

—¿Tienes el jabón, la esponja de baño?

—Traje el jabón, pero esa esponja creo que no hace falta.

—Si es necesario, hay una aquí en esta parte —revisaba uno de los cajones de la esquina y agarró la dichosa esponja—. ¿Ves?, aquí está.

Guardián recibió el objeto, se quedó pensativo un momento.

—¿En serio no me necesitas? —Preguntó Huan con una pequeña sonrisa.

—¡¡¡¡Sabes que no conozco estos baños del todo!!!! —Aunque quiso mantener su compostura, por alguna razón su cara se puso roja.

—Guardián... Estás viejo... —Concluyó Huan.

No pude evitar reír; ciertamente es divertido los momentos así, no entiendo por qué.Guardián me indicó que me acercara y lo hice.

—B-Bueno... Jus, quitate la ropa.

—¿Qué?

Black GardenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora