Black Garden

Capitulo 8

Estaba en un lugar lleno de objetos extraños que no conocía y de un momento a otro se escuchó un sonido detrás de mí, tomé la foto y traté de ir a la puerta imaginando que ese sujeto cara de pájaro también estaba allí, estando a punto de agarrar el pomo de la puerta, una voz familiar resonó detrás de mí.

—¿Jus?...

Me di la vuelta para darme cuenta de que justo detrás de mí estaba la guardiana con una mirada curiosa, mientras ella cubría la mitad de su rostro con un libro, dejando al descubierto solo sus sombríos ojos amarillos.

—Ah, por suerte eres tú, Dailyns.

—¿A qué te refieres con eso?

Recordé al sujeto de antes y me preocupé un poco sobre eso.

—Donde se encontraba los libros había un tipo cara de pájaro, me iba a atacar, pero pude llegar aquí.

—Ah... Ese sujeto... Olvidé decirte que estaba ahí, lo siento por eso. —Su mirada se desvió hacia los objetos viendo todo cuidadosamente, detuvo su vista donde antes estaba la foto, no podía ver que estaba expresando.

Mi respiración se detuvo por un segundo recordando que la foto estaba en mi bolsillo.

—Todo está en su lugar, puedo decir que está bien —dijo colocando el libro sobre sus ojos ocultándolos para mostrar una gran sonrisa—. Ven, te venía a buscar para hablar sobre tu situación.

Eso es un alivio, creo que todo va bien... Nos dirigimos a una puerta atrás de ella que llevaba a un corredor diferente con más puertas.

Pero aún hay algo que incomoda con todo lo que he visto hoy, que me haya puesto con un sujeto que pareció quería golpearme, que consiguiera lo que parece ser yo en un pedazo de ¿papel?...

—Oye, Dailyns, ¿No querías que yo estuviera aquí?

Ella se detuvo en seco y terminé chocando con su espalda, ya que no la estaba viendo directamente por su condición.

—¿Si fuera así tus pulmones funcionarían? —Volteó manteniendo el libro en sus ojos mostrando una sonrisa, aunque muy diferente esta vez; creo que me inquieta si la observo mucho.

Ahora me pregunto que es un pulmón...

Quise preguntarle, aunque ella siguió caminando sin que yo consiguiera decirle. Pero lo que más me importa saber ahora es saber de esa foto, viendo como van las cosas... ¿Estará ocultando algo?

¿Es así?, argh... Piensa Jus, piensa, pon a prueba lo que te han enseñado.

No logro entender lo que sucede...

Espera, aún queda una cosa, Guardián una vez me dijo que si tengo una duda solo debo preguntar entonces me responderán, si le pregunto a Dailyns porque eso se encontraba ahí seguro me contestará, ¡yey, realmente he mejorado!

—Dailyns, tengo una duda.

Se detuvo y volteó hacia mi esperando que yo le dijera mi duda; si funciona.

—Dime, debemos continuar.

Saqué la foto y la mostré; creo que no sirve solo mostrarlo, ya que no está viendo por el libro...

—Bueno, quiero que me expliques que hago yo en este pedazo de papel.

Guardó silencio unos momentos hasta que se rió sin parar, la observaba confundido sin entender el por qué de su risa. Dejó de reírse acercándose a mi.

—Tantas cosas pudiste haber ideado. ¿Y decidiste hacer una tontería como decírmelo directamente? Si es en serio que tienes un problema con tu mente después de todo.

—¿Eh?

Pero sí le dije... ¿Funcionó o no?

—Entonces, técnicamente actuando conforme al reglamento, tengo la potestad de hacer contigo lo que se me plazca. —Volvió a reír en un tono muy bajo—, sin duda eso fue estúpido, Jus.

Ella sonrió ahora muy diferente que hace unos momentos, ahora era una sonrisa picara y en sus mejillas empezó a escurrirse un líquido rojo. Como estaba cubriéndose con el libro no sabía que sucedía con respecto a eso.

—D-D-Daily-ns, ¿te encuentras b-bien?

—No, siento que quiero atraparte, arrancar cualquier parte, destrozarte, aniquilarte, pero viendo un lado más técnico eso es bueno.

—Ja, Dailyns no me habían dicho que eras graciosa.

Sin duda debe ser una broma, hasta que lanzó el libro hacia un lado sin importarle revelando que de sus ojos salía ese liquido rojo y la parte blanca del ojo ahora era de un de ese color carmesí muy intenso.

—Sí... me lo suelen decir.

No podía apartar mi mirada de su vista por esa extraña mirada; creo que no estoy respirando bien.

—C-Creo qu-e no deb-debemos hacer esperar a Huan y a Guardián. —Empecé a caminar calmándome un poco con la situación extraña de ahora.

Traté de pasar por el lado; después de todo debe ser normal en ella, ya que Guardián dijo que tiene un problema, seguro es eso.

—Lo lamento, Jus, pero por lo que acabas de hacer, ahora hablaremos —solo sostener mi hombro es suficiente para ella detenerme sin que pueda avanzar.

Dailyns sostuvo mi cabeza y la acercó a su cara haciendo que vea sus ojos que no paraban de gotear ese líquido, ver su sonrisa junto a su mirada solo hacía que mis nervios aumentaran; me di cuenta también que ahora era más alta que yo, eso me dejó confundido.

—No siempre se puede obtener una oportunidad, ¿no lo crees, Jus?

Yo no sabía que decir; la situación era muy extraña, no entiendo nada de lo que piensa ella o ¿todo es un juego?, no sé que sea, pero en serio parece estar mal por su condición.

—Pareces que te encuentras mal, Dailyns, creo que es mejor ir con los demás para ayudarte.

Ella sin decir nada comenzó a reírse mucho, fue tanto que empecé a caminar a cualquier otro lugar fingiendo estar bien. Sentía que algo estaba pasando, solo no entiendo qué.

Y otra vez me detuvo en seco, pero ahora la sensación de su mano era distinta, al observar mi hombro vi que su mano era más grande y tenía unas largas garras.

Volteé algo tembloroso, Dailyns ahora era mucho más grande que antes, sus brazos y piernas se veían más delgadas igual al torso. No pude evitar hacer un quejido del susto, sus ojos estaban cerrados e inesperadamente se abrieron mostrando unos ojos negros resaltados por un brillo muy amarillo desbordando más de ese líquido en mi cara.

No tenía idea de como reaccionar, solo quedé estático viendo la figura de la guardiana deformada y repitió lo mismo de agarrar mi cabeza y acercarse para vernos frente a frente.

—Jus... Si yo soy una loba y tu oveja... ¿Sabes lo qué significa?

—¿D-D-De qué Hab-blas?... —Da igual, porque toda pregunta que hagas, cualquier cosa que hagas, nada de eso importa, ninguna respuesta se te será dada y eso, tampoco importa. Tanto valor tienes... e igual no importa realmente

—¡¿Qué te sucede?!, ¡basta, me estás asustando!Me soltó sin más y caminaba a mi alrededor moviendo su cabeza de un lado al otro tarareando una melodía.

—Vete, te daré diez segundos para que te la ingenies —dijo mostrando una sonrisa con una fila de grandes dientes puntiagudos.

—¡En serio! ¡¿qué te pasa?

—Diez...

—¡Dailyns, por favor hablemos!

—Nueve...

No parecía que hablaría algo más, así que la mejor idea que pude tener fue correr en dirección a Guardián y Huan, quizás puedan hacer algo al respecto.

Crucé una puerta que en su interior se encontraban más objetos, aunque se veían polvorientos y demacrados a diferencia de antes; me percaté que todo era un silencio absoluto, hasta que las pisadas que sonaron por todo el lugar parecía acercarse a mi posición...